El portavoz del Grupo Municipal de IU en el Ayuntamiento de Gijón, Aurelio Martín, ha tildado de «broma de mal gusto» que el Equipo de Gobierno declinara colocar una placa en memoria a víctimas de los bombardeos en la ciudad durante la Guerra Civil, de los que en este año se cumplían 80 años, al justificar que no disponía de presupuesto. Es por ello, que llevará una iniciativa al Pleno para que la placa sea colocada.
Así lo ha indicado, en rueda de prensa en el Consistorio acompañado del historiador y miembro del Ateneo Obrero, Héctor Blanco. Martín, asimismo, ha criticado la «nula» sensibilidad del Equipo de Gobierno con las cuestiones que tienen que ver con la memoria social y democrática y los que lucharon por defender los valores democráticos, al tiempo que ha recordado un acuerdo plenario, del 15 octubre de 2015, que incluía el dotarse de presupuesto para recuperar la memoria social de la ciudad.
Es por ello, que ha recalcado que «no cabe disculpa» para no colocar la placa, cuya instalación había sido propuesta por el Ateneo Obrero en el Ateneo de La Calzada, al ser el lugar donde tenía su sucursal en 1936 y el lugar donde cayeron los primeros bombardeos. Para el portavoz de IU, todo lo que tiene que ver con memoria social y democrática es como si le saliera «un sarpullido» al Gobierno local de Foro, al que ha pedido ser sensible a la memoria y reconicimiento a ciudadanos que murieron para defender la Democracia.
La iniciativa plenaria de IU, en este caso, insta a colocar esta placa antes de que acabe el año en la fachada del Centro Municipal Integrado ‘Ateneo de La Calzada’, como recuerdo a las víctimas civiles que murieron en los bombardeos del 22 de julio de 1936, utilizando el texto propuesto por el Ateneo Obrero de Gijón.
También pide establecer un marco de colaboración con la Universidad de Oviedo con el objetivo de realizar un trabajo de campo que determine el estado de conservación de los refugios antiaéreos de Cimavilla y Begoña, de cara a establecer posibles medidas posteriores de mantenimiento y conservación.
REFUGIOS ANTIAÉREOS
Sobre estas cuestiones, Blanco ha añadido que si bien desde el Ayuntamiento, de manera informal, se le había indicado que no había problema para colocar la placa, posteriormente adujeron falta de presupuesto. De hecho, al solicitarlo formalmente, desde Patrimonio se le indicó que deberían de abonar ellos la placa.
El historiador ha matizado que no se trata de apoyar a uno u otro bando, ya que los bombardeos no discriminaron entre la población. En cuanto a los refugios antiáreos, ha señalado que se busca dar continuidad a la investigación iniciada hace años para averiguar el estado del de Cimavilla y el del inicio del paseo de Begoña, los cuales se ampliaron con posterioridad y se consolidaron en épocas de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría.
Según él, la última referencia que se tiene de estos refugios es de 1965, en la que dicen que están en buen estado y que solo precisan limpieza. El de Cimavilla tendría uso 300 metros de largo y de más de 100 el otro, y ambos tienen las entradas tapiadas. Blanco ha destacado la importancia del interés histórico de este estudio propuesto y el urbanístico subyacente para garantizar el estado del subsuelo. Lo que no se sabe es si ambos están afectados por construcciones posteriores.