Oviedo, 4 jul (EFE).- El número de incendios forestales registrado en Asturias durante el primer semestre del año se elevó a 1.110 fuegos que calcinaron 4.739,72 hectáreas de terreno, según ha informado hoy el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez.
La mayor parte de los incendios, un 54,14 por ciento, fueron conatos ya que la superficie afectada fue menor a una hectárea y el 91,64% del terreno quemado era superficie no arbolada, según los datos provisionales de que dispone el Principado.
La meteorología, con ausencia de lluvias y temperaturas más altas, favoreció que en los meses de febrero y marzo se contabilizaran 730 incendios (298 en febrero y 432 en marzo) y 3.726,16 hectáreas de superficie calcinada.
Durante el pasado año, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la cifra de incendios registrada en Asturias fue de 1.020, de los que 679 fueron conatos, y afectaron a una superficie de 2.900 hectáreas de las 2.425 eran matorral y monte bajo y 474 correspondía a zonas arboladas.
Martínez ha dado estos datos durante la visita que ha realizado hoy a la base aérea del Servicio de Emergencias (SEPA) en Tineo, que este año ha ampliado sus instalaciones con la construcción de un nuevo módulo para las tripulaciones de medios aéreos.
El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) cuenta con más de 500 efectivos, 177 vehículos terrestres y seis helicópteros para luchar contra los incendios forestales en la época de mayor riesgo, de febrero a marzo.
A estos medios propios se suma la colaboración que el Ministerio de Agricultura presta en las fechas de mayor peligro con la brigada de refuerzo de incendios forestales (BRIF) que opera desde la base aérea de Tineo.
La base de La Curiscada, que funciona desde hace 26 años, cuenta para la campaña estival cuenta con una brigada helitransportada compuesta por dos helicópteros biturbina con capacidad de descarga de 1.500 litros y tres cuadrillas, cada una de ellas integrada por un técnico, dos capataces y catorce brigadistas.
Durante la campaña de invierno, la dotación es de una brigada helitransportada formada por un helicóptero biturbina con capacidad de descarga de 1.500 litros y dos cuadrillas compuesta por un técnico forestal, un capataz y siete brigadistas cada una.