Argentina a las puertas de una recesión mientras crece su deuda

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Buenos Aires, 27 jun (dpa) – La economía argentina registró en abril pasado una bajada del 2,7 por ciento en comparación con el mes anterior, tendencia que, según diferentes analistas, continuará y llevará al país a un período de recesión.

Mientras el seleccionado que lidera Lionel Messi disputaba su partido clave frente a Nigeria para avanzar a los octavos de final del Mundial de Rusia, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió este martes el índice «Estimador Mensual de la Actividad Económica» (EMAE).

En medio de la emoción que los argentinos vivieron por el triunfo agónico 2-1 en la Copa del Mundo, la estadística oficial reflejó en abril una caída de un 0,9 por ciento en comparación con el mismo mes de 2017.

El número es todavía peor si se toma en cuenta el registro de marzo último: debido a la gran sequía que sufrió el país en los primeros meses de 2018, la caída de la economía fue de un 2,7 por ciento.

«Esto es peor de lo que esperábamos», afirmó en Twitter el economista Martín Kalos, de la consultora Epyca.

La economía argentina se encontraba en un leve ascenso desde febrero de 2017, pero los efectos del tiempo en la cosecha de soja y maíz, principales productos de exportación del país, interrumpieron la tendencia.

La desaceleración, según distintos consultores económicos y hasta el propio Gobierno del presidente, Mauricio Macri, se profundizará en los próximos meses porque todavía no fueron analizadas las consecuencias de la turbulencia financiera que el país comenzó a vivir en mayo último y que lo llevó a pedir un crédito de 50.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) para estabilizar sus finanzas.

«La crisis cambiaria tendrá un impacto de meses recesivos, pero el año va a terminar con crecimiento», dijo este martes el jefe de Gabinete de Macri, Marcos Peña.

«Faltan dos o tres meses difíciles, producto del movimiento de precios derivado de lo que ocurrió con el tipo de cambio», había admitido días antes el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres, dijo a radio Mitre que con la caída de la economía será «muy difícil romper la tasa de pobreza de la Argentina», que afecta a casi un cuarto de la población.

Según el INDEC, la actividad de la agricultura, producto de la sequía, cayó un 30 por ciento en comparación con abril de 2017, tendencia que arrastró a otras variables que se toman en cuenta para elaborar el EMAE.

«Una caída tan fuerte en el agro también terminó impactando en sectores como transporte y almacenamiento. Y los otros rubros van a empezar a mostrar síntomas de la recesión en los próximos indicadores, ya por el efecto de la devaluación» del peso argentino, comentó Kalos en declaraciones al canal Todo Noticias.

La cosecha argentina de soja fue un 29 por ciento menor a la estimada por efecto de la intensa sequía que asoló a la región central del país y fue la peor en más de 40 años, según cifras oficiales.

También fue menor la de maíz, que con 42 millones de toneladas cosechadas quedó un 18 por ciento debajo de la estimación inicial.

Minutos después de informar la caída de la economía argentina, el INDEC destacó que la deuda externa del país sudamericano llegó en el primer trimestre a 253.741 millones de dólares, unos 19.192 millones más que el mismo período de 2017.

Según las estadísticas oficiales, desde que Macri llegó al Gobierno a fines de 2015, la deuda externa creció en un promedio de 91 millones de dólares por día, aunque en el primer trimestre del año se incrementó a casi 166 millones de dólares diarios.

Por Gabriel Tuñez (dpa)