La eurodiputada y candidata Izquierda Unida a la presidencia de Asturias, Angela Vallina, aseguró el sábado que los resultados de las elecciones nacionales han servido para medir la fuerza de la derecha y de la extrema derecha, despejando el panorama sobre una posible involución que, a su juicio, tiene que tener influencia también para Asturias, de forma que las apelaciones al voto útil no pueden ser ya para evitar gobiernos conservadores ni ultraliberales, sino para lograr un gobierno de una izquierda real y transformadora..
“Hemos perdido, Asturias sobre todo, pero también en España, un poco de miedo a esa unión de todo el arco de la derecha y hemos demostrado que queremos seguir mirando hacia delante y no hacia detrás: no queremos volver a tiempos pasados ni a cavernas, ni a propuestas ridículas, como las de los toros, o cosas parecidas, que no tienen cabida ni en nosotros ni en las generaciones que vienen detrás. Hay que mirar siempre hacia delante y nunca hacia atrás”
Y en esa clave de ser la fuerza realmente útil para un gobierno de cambio, la formación junto a Izquierda Asturiana (IAS), debatió propuestas estratégicas de cara a las próximas elecciones, con políticas activas para garantizar su viabilidad como una comunidad puntera. El documento que se debate, en palabras de Vallina, servirá para elaborar “un programa muy completo con las señas de identidad de la izquierda, de Izquierda Unida y también de IAS”, en el que, enfatizó la candidata, “nada es paja”.
”Son medidas muy centradas en la situación actual de Asturias y buscando ese futuro de Asturias, porque no estamos hablando de la Asturias de hoy, estamos hablando también de la de mañana, de la de nuestros hijos y la de las generaciones futuras”.
Para Angela Vallina es imprescindible un “renacer” porque, añadió, “Asturias está en peligro como para echar el cierre”. Frente a ello, la candidata apostó por aprovechar todos los recursos propios, sino denunciar a los que puedan llegar tanto del estado como de la Unión Europea. “Asturias lo que no puedo hacer es vivir aislada, tener un gobierno que no mire a otros estamentos, otras instituciones, como puede ser la Unión Europea, que para algunas cosas nos perjudicó, pero mire también las cosas buenas que puede sacar de allí , o también todos los fondos y muchas líneas que se están perdiendo”.
Su paso por el Parlamento de Bruselas, en estos últimos cinco años, tienen que influir porque, añadió Angela Vallina, “solos no lo podemos hacer”.