Berlín, 30 mar (dpa) – Alemania se ve amenazada por una crisis económica debido a las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania, según el análisis del consejo de economistas que asesora al Gobierno alemán.
Los expertos rebajaron drásticamente sus previsiones económicas para este año: sólo esperan un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 1,8 por ciento. En noviembre pasado todavía estimaban un crecimiento del 4,6 por ciento.
Según las previsiones de los expertos se registrará nuevamente una caída del PIB alemán en el primer trimestre de 2022. En 2021, la economía alemana había crecido un 2,9 por ciento, después de una caída en 2020, el primer año de la pandemia de coronavirus.
La previsión económica actualizada está asociada a grandes incertidumbres, dijeron. Si el conflicto en Ucrania se intensifica y se cortan las importaciones rusas de energía, las cosas podrían empeorar aún más, vaticinaron los economistas.
«El riesgo de recesión es considerable», dijo hoy en Berlín Volker Wieland, miembro del Consejo de Expertos Económicos.
«Alemania depende en gran medida del suministro energético ruso. Una interrupción de estos suministros conlleva el riesgo de que la economía alemana caiga en una recesión profunda y la inflación aumente aún más», dijo Monika Schnitzer, miembro también del Consejo.
Los expertos aconsejaron por tanto poner en marcha inmediatamente todos los medios para armarse contra una interrupción de los suministros energéticos rusos y poner fin a la dependencia alemana de los mismos.
El gobierno alemán declaró hoy el estado de alerta temprana, la primera fase de un plan de emergencia de gas. Rusia exige que los suministros de gas ruso a Europa Occidental se paguen en rublos. Alemania y otros países occidentales lo rechazan. Rusia podría imponer una parada de entrega.
La industria alemana reclamó además al Gobierno que implemente ayudas estatales similares a las de la pandemia para enfrentar las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania.
El presidente de la Federación de la Industria Alemana (BDI), Joachim Lang, dijo que algunas empresas de alto consumo de energía ya se veían obligadas a reducir su producción por los altos costos del gas y la electricidad.