La rodilla de Nadal, el estigma que siempre vuelve

Nueva York, 8 sep (dpa) – «No puedo más». Rafael Nadal menea la cabeza, mira a su box y decide lo inevitable: aunque lo odie, como lo aseguró luego en la rueda de prensa, abandona su partido ante el argentino Juan Martín del Potro y así pone fin a la ilusión de regresar a una final en el Abierto de tenis de Estados Unidos.

Sólo habían pasado diez minutos de su salida de la pista y Nadal ya estaba en una abarrotada sala de prensa del estadio Arthur Ashe, brindando explicaciones.

«Tener que retirarme es una sensación peor que la de haber perdido», dijo un angustiado Nadal. «Sentía mucho dolor. Odio tener que retirarme pero seguir así era demasiado. Continuar un set más de esta forma hubiese sido demasiado para mí», explicó el número uno del mundo, que aseguró que la molestia la sintió en el primer set.

«Sentí un pinchazo en el 2-2 del primer set, lo comenté con mi box y he intentando pensar que iba a mejorar durante el partido. Pero no, no fue el día», señaló el campeón defensor.

«Era muy difícil para mí seguir jugando tanto tiempo, teniendo demasiado dolor», explicó Nadal, que igualmente está convencido de que no hubo ninguna rotura de ligamentos ni de meniscos, sino que se trata la vieja molestia del tendón rotuliano que lo obligó a una atención médica en el partido ante el ruso Karen Khachanov y que lo persiguió durante el final de la temporada pasada. «Es lo que ya conocemos y es lo que tenemos que tratar».

Anta Khachanov, Nadal había minimizado el tema. «No es el día de hablar de la rodilla, creo que ha sido algo menor en general y nada más. Simplemente he pedido que me pusieran el vendaje para tener una mayor sensación de sujeción», dijo en aquel momento, tras ganar su partido en la tercera ronda.

Lo cierto es que después de ese choque de 4:23 horas ante el ruso, el número uno del mundo acumuló otras 3:19 para vencer al georgiano Nikoloz Basilashvili y 4:49 para superar al austríaco Dominic Thiem. Un desgaste excesivo para llegar en óptimas condiciones a un duelo de máxima exigencia como le propuso Del Potro.

Ahora, el historial de Nadal con esa rodilla derecha obliga a prestar atención a su evolución, teniendo en cuenta que la semana que viene está la serie de la Copa Davis ante Francia, en la que Nadal está citado.

El español sufrió una carga de estrés en el tendón rotuliano de esa articulación en el último tramo de la temporada 2017. Jugó 18 torneos en todo el año, de los que ganó seis, y llegó a la gira asiática en octubre con molestias.

Después de perder la final de Shanghai ante Roger Federer con una cinta para sujetar el tendón, renunció a Basilea, se retiró en los cuartos de final de París y se bajó también del Masters de Londres tras perder su primer partido ante el belga David Goffin.

A principios de este año, por el mismo motivo canceló una exhibición en Abu Dabi y se bajó de Brisbane, por lo que llegó al Abierto de Australia casi sin rodaje. Ya recuperado, en Melbourne abandonó su partido de los cuartos de final ante el croata Marin Cilic, pero por una lesión en el psoas ilíaco de su pierna derecha, que luego le impediría jugar Acapulco, Indian Wells y Miami.

Para evitar ese desgaste, Nadal y su equipo optaron este año por un calendario más acotado, e incluso se saltó hace dos semanas el Masters 1000 de Cincinnati.

Con nueve torneos y la serie de Copa Davis ante Alemania disputados en el año, Nadal lidera la Carrera a Londres, pero es el tenista de los top que menos torneos ha jugado, por debajo de los 12 de Federer y los 13 del serbio Novak Djokovic. Con excepción de la lesión que lo marginó en Australia y la gira norteamericana de febrero y marzo, el resto se debió a organización de calendario.

«Hay ciertos cambios, sí», reconoció su entrenador Carlos Moyá. «No hablo a nivel de juego, hablo de la manera de entrenar, de las horas que pasa en la pista, del descanso, de la gestión del calendario», explicó Moyá antes del torneo.

Ahora, con el estigma de la rodilla de regreso, habrá que seguir su evolución para definir cómo afrontar lo que resta de la temporada.

Por Ariel Greco (dpa)