El Consejo de Gobierno ha dado el visto bueno al decreto por el que se regulan las condiciones del equipamiento y la dotación de personal de los vehículos destinados a la realización de servicios de transporte sanitario terrestre, así como el régimen jurídico de las certificaciones técnico sanitarias y el Registro de Transporte Sanitario.
Se trata de una regulación que sustituye a la actual, que data de 1997 y que, pese a las sucesivas adaptaciones a los cambios introducidos por la legislación estatal posterior, se había quedado algo obsoleta, sobre todo en lo que se refiere a los niveles de calidad y eficiencia del servicio.
El transporte sanitario terrestre del Servicio de Atención Médica Urgente del Principado de Asturias (SAMU) realiza todos los años alrededor de 64.000 intervenciones con ambulancias urgentes y unidades móviles de cuidados intensivos.
Por su parte, la unidad que se encarga de coordinar el transporte sanitario programado atiende todos los años a más de 7.500 pacientes con problemas de movilidad que realizan alrededor de 260.000 desplazamientos en ambulancias tanto individuales como colectivas. En su mayoría son desplazamientos para acceder a servicios muy especializados o que precisan tecnología sanitaria muy avanzada, como son oncología médica, oncología radioterápica, rehabilitación o diálisis, por citar los más habituales.