Dublín, 26 ago (dpa) – Los escándalos de abusos sexuales cometidos por miembros del clero son «una herida abierta» que tiene que ser tratada con acciones «firmes y decididas», aseguró hoy el papa Francisco en el segundo día de su visita a Irlanda.
«Esta herida abierta nos desafía a ser firmes y decididos en la persecución de la verdad y la justicia», señaló Francisco durante el rezo del Ángelus el domingo en el santuario mariano de Knock, en el noroeste de Irlanda, generando un intenso aplauso de los asistentes.
«Pido el perdón de Dios por estos pecados y por el escándalo y la traición que sienten tantos otros en la familia de Dios. Le pido a nuestra Santa Madre [María] que interceda por todos los supervivientes y para confirmar a cada miembro de nuestra familia cristiana la determinación de no permitir que estas situaciones ocurran nunca más», añadió.