Berlín, 26 ago (dpa) – El ex internacional alemán Bastian Schweinsteiger recibirá el martes un homenaje en el estadio Allianz Arena, donde jugará un partido amistoso contra su club de toda la vida, el Bayern Múnich.
Schweinsteiger, actual jugador del Chicago Fire estadounidense, reconoce que es difícil saber cómo reaccionará ante tanta emoción.
«En mi partido de despedida con la selección nacional subestimé lo emocional que iba a reaccionar», declaró el centrocampista de 34 años en una entrevista con la revista oficial del club alemán publicada hoy en la web del Bayern.
«Aflorarán muchos recuerdos. Los comienzos, los éxitos, las vivencias. Fue un tiempo magnífico. Estoy muy feliz de poder volver a pisar el césped del Allianz Arena, de ver a muchos amigos y conocidos. Y a los aficionados, lógicamente. Desde mi último partido no he vuelto. Entonces no tuve la posibilidad de despedirme. Por ello estoy muy agradecido de que el Bayern me haya posibilitado este partido de despedida», indicó.
Schweinsteiger disputó 500 partidos oficiales con la camiseta del Bayern desde su primer partido con el club alemán en diciembre de 2002, cuando salió en sustitución de Niko Kovac, actual entrenador del Bayern. Para el futbolista no ha sido una sorpresa su designación ya que en su opinión lleva «el ADN del club».
De su larga trayectoria en Baviera, a donde llegó con 13 años y donde jugó durante 17 temporadas, el futbolista recuerda con especial amargura la derrota en la final de la Liga de campeones en 2012 ante el Chelsea.
Aquel partido se jugó en el Allianz Arena y el Bayern se adelantó en el minuto 82, pero el Chelsea empató en el 88′ y acabó imponiéndose en los penales.
«Fue, quizás, la noche más amarga de mi carrera. Pero ese partido despertó muchas cosas. Estoy convencido que fue la base por la que ganamos la Liga de Campeones en 2013 y el Mundial en 2014», comentó el jugador que ganó ocho campeonatos nacionales y siete copas alemanas. Su mayor éxito fue el triplete logrado en 2013, al alzar la Bundesliga, la Copa Alemania y la Liga de Campeones europea.
En 2015 se marchó a la Premier League para jugar en el Manchester United y dos años más tarde fichó para el Chicago Fire. Además, jugó 120 partidos con la selección alemana y se coronó campeón mundial en Brasil 2014.
A pesar de su larga carrera, no piensa en colgar las botas de momento. «Físicamente me encuentro bien. Cada día me divierto yendo al entrenamiento. Juego cada partido. Si Karl-Heinz Rummenigge me hiciera una oferta, puede que me lo pensara otra vez (se ríe). Creo que todavía puedo jugar dos o tres años. Pero miro de año a año», declaró el futbolista que espera regresar a Europa con su familia «en algún momento».