Moscú, 1 jul (dpa) – Si había alguna duda de que la mejor España ya era historia, el Mundial de Rusia se encargó hoy de recordarlo con gran crudeza: la campeona del mundo de 2010 quedó eliminada en los penales ante la anfitriona en unos octavos de final que marcaron también el adiós de Andrés Iniesta al fútbol internacional.
España empató 1-1 con Rusia en el estadio Luzhniki de Moscú y cayó después por 4-3 en la tanda de penales para regocijo de la afición local, que estalló de alegría cuando Igor Akinfeev detuvo el penal decisivo a Iago Aspas con la punta de la bota izquierda.
Ese instante, 1 de julio de 2018 a las 19:42, fue el último de Iniesta como futbolista de España. El genial centrocampista de 34 años fue el hombre que marcó el gol más importante de la historia de su país, aquel que le dio el título mundial en Sudáfrica 2010.
De esa España que maravilló al mundo con su fútbol de toque y velocidad apenas queda algo. Ya se retiraron Xavi Hernández, Xabi Alonso, Iker Casillas, David Villa, Carles Puyol, Fernando Torres y ahora lo hacen Iniesta y Gerard Piqué.
«En conjunto seguramente sí», respondió Iniesta con amargura cuando le preguntaron si era su peor momento con la selección. «Por el momento, la eliminación, el momento personal… Pero bueno, la vida sigue».
Iniesta fue hoy suplente y entró en la segunda mitad, pero no pudo cambiar el destino de una España que volvió a patinar en un gran torneo.
Tras encadenar dos Eurocopas y un Mundial entre 2008 y 2012, «La Roja» cayó en la fase de grupos de Brasil 2014 y en los octavos de la Eurocopa 2016. Hoy, ante la selección número 70 del escalafón de la FIFA, dijo adiós a Rusia por la puerta de atrás tras semanas de máxima tensión.
Nada empezó bien para España en el Mundial, pues a dos días de su debut el técnico Julen Lopetegui fue despedido por haber llegado a un acuerdo con el Real Madrid para después del torneo. Pese a tener a muchos jugadores en contra, la federación optó por echar al líder del barco y nombrar como técnico a Fernando Hierro.
Y después llegó una fase de grupos en la que ofreció una imagen melancólica. Tuvo como siempre la posesión, pero fue un ejercicio estéril. Apagada y sin desequilibrio, chocó una y otra vez contra las ordenadas defensas que le pusieron delante. Hoy dio más de mil pases, pero casi todos horizontales. Sin crear peligro, sin un plan B.
«Es durísimo. Siempre que te eliminan es doloroso. Queríamos reivindicarnos pero no pudo ser. Pusimos orgullo, huevos, sentimientos… pero no pudo ser», comentó Sergio Ramos, el capitán, a las televisiones. «Hemos hecho todo lo posible, pero los penales son una lotería y nos ha tocado perder. Estoy orgulloso de los compañeros».
España se derrumbó en un partido soporífero en el que únicamente la tensión de la clasificación a cuartos mantenía con vida a las cerca de 80.000 personas que colmaron las gradas.
Los de Hierro se adelantaron en el minuto 12 con un gol en contra de Sergey Ignashievic, pero Artem Dzyuba convirtió un penal cometido de forma absurda por Piqué en el 41 para colocar la igualada.
En los penales, Akinfeev detuvo los disparos de Koke y de Iago Aspas para enviar a España a la lona y desatar la euforia en el país anfitrión.
No es para menos: Rusia llegaba al torneo como la peor selección del ranking y está en cuartos de final. Ahí se medirá el próximo sábado en Sochi a Croacia, que eliminó después a Dinamarca en penales tras otro 1-1.
«No siempre los equipos más fuertes ganan a los más débiles», dijo el técnico de Rusia, Stanislav Cherchesov, en la rueda de prensa posterior. «Mostramos nuestra emoción durante el partido y eso es lo que queremos en el próximo partido. «Hicimos un excelente trabajo defensivo durante todo el partido. No pudimos atacar demasiado, pero el resto lo hicimos muy bien».
Tras tumbar a España, ya todo es posible para Rusia. «Hemos hecho historia, pero esto sigue. Ojalá podamos seguir», comentó el ruso Denis Cheryshev.
Por Ignacio Encabo (dpa)