Krasnodar (Rusia), 12 jun (dpa) – La selección española de fútbol apuesta por el pensamiento único: sólo importa Portugal, el partido con el que debutará el viernes dentro del Grupo B del Mundial de Rusia y que el combinado de Julen Lopetegui afronta con un enorme respeto.
El seleccionador español eligió la calurosa e insípida Krasnodar como centro de operaciones para el Mundial ya con la mente puesta en el primer partido, que se jugará en Sochi también a alta temperatura.
Todo el equipo es consciente de que hay mucho en juego en ese partido: tres puntos de oro entre los dos indiscutibles favoritos al importante primer puesto de grupo, conseguir abrir el torneo con inmejorables sensaciones y alimentar la sensación de ser un claro candidato al título.
Un mal resultado desembocaría en todo lo contrario y provocaría una máxima ansiedad de cara a los siguientes encuentros, que serán el 20 de junio ante Irán y el 25 ante Marruecos. Nadie gastó una palabra en hablar de estos dos últimos rivales. Portugal es lo único.
El fracaso del Mundial de Brasil todavía flota en el ambiente. Entonces, España perdió 5-1 ante Holanda en el primer encuentro y finiquitó sus opciones de clasificación en el siguiente encuentro con una derrota 2-0 ante Chile en un duelo jugado bajo una tensión que finalmente la aniquiló.
Es lo que la selección española no quiere que se repita. «En Brasil fue mi primer Mundial y no fue nada bien. Fue duro. Cada partido es importantísimo», recordó hoy el centrocampista Koke.
Hasta el presidente de la Federación Española, el recientemente elegido Luis Rubiales, quiso enviar un mensaje de optimismo y responsabilidad antes del debut de su selección. De paso se desmarcó de su antecesor, Ángel Villar, personaje elusivo y reacio a realizar declaraciones durante los torneos.
«Todos somos conscientes de que esto es alta competición, de que tenemos tres partidos por delante y que puede pasar de todo. Cuando a esa dosis de humildad se une a la calidad suele dar buen resultado», señaló Rubiales en Moscú antes de asistir a una reunión de la UEFA.
No obstante, la prudencia se apoderó de la concentración española en los últimos días y algunos dirigentes y futbolistas comienzan a sugerir que un empate ante la actual campeona de Europa tampoco sería un mal resultado.
Consciente de que ese «olor» existe en Krasnodar, y más después de los últimos amistosos -empate 1-1 ante Suiza y mínima victoria 1-0 ante Túnez-, Koke avisó: «Lo que quieres es ganar y nunca sales a empatar. Y el mejor resultado sería la victoria».
Lo que es seguro es que los días comienzan a estorbarles a los futbolistas españoles, ansiosos por debutar y dejar atrás unas horas de espera que se hacen largas en la anodina Krasnodar, donde les sobra ocio y les falta fútbol.
«Desde que nos concentramos en Madrid se nos hace largo. Tenemos muchas ganas de que llegue el día. Estamos muy metidos, al cien por cien, y cualquiera que juegue va a estar preparado», confirmó Koke.
Ya queda menos. Será el viernes ante la Portugal de Cristiano Ronaldo en uno de los partidos estelares de la primera fase del Mundial. Un partido que mejorará la autoestima del ganador y dejará heridas en el perdedor. Y en caso de empate, una alta incertidumbre. Será un duelo que provocará de todo menos indiferencia.
Por Alberto Bravo (dpa)