Washington/Buenos Aires, 7 jun (dpa) – El Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó hoy con Argentina concederle un crédito por 36 meses de 50.000 millones de dólares para superar las turbulencias financieras que sufrió el país sudamericano en las últimas semanas, informó hoy el organismo en un comunicado de prensa.
A cambio, el FMI estableció como condiciones una fuerte reducción del déficit fiscal, que deberá desaparecer en 2020, y una baja en la inflación a partir del próximo año.
El crédito «está sujeto a la aprobación del directorio ejecutivo» del organismo, que examinará en los próximos días el plan económico del Gobierno del presidente, Mauricio Macri, y tomaría una resolución al respecto el 20 de junio.
Una vez que eso ocurra, el FMI entregará una primera partida de 15.000 millones de dólares.
El anuncio fue realizado en forma simultánea en Washington por la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y en Buenos Aires por el ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.
«Felicito a las autoridades argentinas por haber llegado a este acuerdo. Se trata de un plan concebido e instrumentado por el Gobierno argentino y que pretende fortalecer la economía en beneficio de todos los argentinos», dijo Lagarde en el comunicado.
«Estamos convencidos de que vamos por el camino correcto. Hemos evitado una crisis y tenemos un plan consistente», sostuvo Dujovne en una conferencia de prensa ofrecida en el Centro Cultural Kirchner, de Buenos Aires.
En cuanto a la baja de la inflación, que este año cerraría en 27 por ciento según diferentes estimaciones, el FMI y Argentina acordaron reducir la cifra al 17 por ciento a fines de 2019, a 13 por ciento a finales de 2020 y a 9 por ciento al culminar 2021.
La inflación anual de 2017, por su parte, cerró en una cifra cercana al 25 por ciento.
«Tanto el FMI como el Gobierno argentino tienen intención de colaborar para que se tomen las medidas y se activen integralmente los recursos necesarios a fin de proteger a la población más vulnerable a medida que avancen las reformas económicas», afirmó Lagarde.
Argentina decidió recurrir a principios de mayo último al FMI para solicitar el otorgamiento de una auxilio financiero por 40.000 millones de dólares, en medio de una fuerte crisis que provocó una depreciación del peso, la moneda nacional, frente al dólar estadounidense.
Una buena parte de los argentinos expresó en los últimos días en marchas callejeras multitudinarias su descontento por la firma del acuerdo entre la administración de Macri y el FMI.
A esa porción de la población el Fondo Monetario le trae el recuerdo de la peor crisis social y económica que sufrió el país a fines de 2001, cuando tras varios acuerdos de asistencia con el organismo la mitad de los habitantes quedó sumida en la pobreza.
Frente a esa situación, Lagarde indicó que Argentina se comprometió a mantener «el gasto en asistencia social» para los más pobres del país, y advirtió que «si las condiciones sociales empeoran, existen disposiciones para incrementar la asignación presupuestaria dedicada a las prioridades sociales».
El crédito concedido por el FMI «es un punto de partida importantísimo», «va a generar más posibilidades de desarrollo» del país y promoverá «la generación del empleo», comentó hoy a la prensa el presidente Macri.
Al aporte financiero del FMI se sumarán otros 6.500 millones de dólares que le concederán al país el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM)y la Corporación Andina de Fomento (CAFF), explicó Dujovne.
Ninguna de las partes aclaró qué ocurrirá si Argentina no logra cumplir las metas establecidas en el acuerdo.
Por Gabriel Tuñez (dpa)