Madrid, 21 may (dpa) – Los fantasmas resucitados este mes en Argentina no han restado ni un ápice de optimismo a su ministro de Turismo, Gustavo Santos, quien asegura que las inversiones millonarias pactadas con los gigantes del sector «están aseguradas» y que las aerolíneas se quedan en el país, incluida la filial de Latam.
El responsable público, de viaje de trabajo en España, quita hierro a la crisis abierta en su país por la devaluación del peso frente al dólar y defiende que incluso tiene un efecto positivo en el turismo, ya que convierte a Argentina en un destino «más competitivo» y «más atractivo» para el visitante extranjero.
«En Argentina se han reacomodado algunas variables macroeconómicas», explica en entrevista con dpa en un hotel de Madrid, ciudad en la que recala antes de dirigirse al norte de España para participar en el consejo ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo (OMT). «Eso vuelve el destino más accesible para quienes lo visitan. Los extranjeros van a tener mejor competitividad con su moneda», añade.
En la otra cara de la moneda están sin embargo la inflación y el posible encarecimiento de productos y servicios clave para el turismo interno, como el transporte.
«El turismo interno en Argentina no va a dejar de crecer», vaticina el ministro, quien destaca que en 2017 registró los mejores datos. «Esperamos que la inflación, que pensamos que puede subir un poco en estos primeros meses, se va a estabilizar finalmente».
En este contexto, que casi dos décadas después del «corralito» devolvió a Argentina a las portadas de los diarios de todo el mundo, Santos asegura que su Gobierno no teme una fuga de inversiones a otros países de la región y que, de momento, no hay «ninguna baja» en lo que a las turísticas se refiere. «Al contrario, hay una fuerte apuesta por el turismo argentino», señala.
Tampoco espera que se marchen las aerolíneas que han empezado a operar recientemente en el país o que cambien sus planes las que prevén hacerlo en los próximos meses. «Yo estoy en contacto con varias de ellas y esperamos que no acontezca», revela.
Sobre la filial de Latam Airlines en Argentina, que arrastra dudas sobre su continuidad en el país después de su decisión de ceder dos aviones a su casa matriz en Santiago de Chile, aseguró que «seguirá brindando el mismo servicio». «No nos han planteado que vayamos a tener disminuciones de servicio en ese sentido».
La decisión del presidente Mauricio Macri de pedir al Fondo Monetario Internacional (FMI) auxilio financiero en medio de una caída libre del peso, a principios de mayo, hizo temblar momentáneamente los cimientos de la política económica de su Gobierno.
Ahora, calmadas las aguas, el ministro de Turismo considera que la credibilidad del país no está en entredicho y que su imagen exterior sigue siendo fuerte. «Las principales potencias del mundo han respaldado nuestro plan macroeconómico, la obtención de un crédito preventivo en el FMI. No solo no hay impacto en el mundo exterior sino que se ratifica una fuerte confianza en Argentina», asegura.
En cuanto a un posible coste político interno, el ministro se muestra convencido de que «cuando poco a poco se empiecen a ver los resultados, no solo no impactará sino que terminará siendo una oportunidad para ratificar el liderazgo del Gobierno».
«A diferencia de otros momentos, en los que Argentina llegó al FMI en las postrimerías del fracaso a pedir auxilio, ahora tiene buenas reservas, condiciones macroeconómicas razonables y lo que ha hecho es anticiparse y buscar una suma importante con un crédito de libre disponibilidad y de carácter preventivo, que nos da confianza en el mundo entero y sobre todo en los que están invirtiendo», explica.
El turismo supone un impacto directo del cinco por ciento en el PIB en Argentina. En 2017, el país recibió 6,6 millones de visitantes extranjeros y la meta es llegar a los nueve millones en 2020.
A escala internacional, el sector «tiene un rol estratégico», tanto en capacidad de generación de empleo como de desarrollo local, destaca el ministro argentino, que por primera vez ocupará la presidencia del consejo ejecutivo de la OMT.