Madrid, 2 may (dpa) – El Atlético de Madrid recibirá mañana al Arsenal con la final de la Liga Europa en juego y con la garantía que le ofrece a los rojiblancos jugar en la fortaleza que es el Wanda Metropolitano.
El conjunto rojiblanco logró en Londres un 1-1 heroico después de jugar casi todo el partido en inferioridad numérica por la temprana expulsión del lateral derecho Sime Vrsaljko. Es favorito para superar las semifinales, y más por su condición como local.
El Atlético estaría en la final si logra dejar su arco a cero, algo que entra dentro del terreno de la alta probabilidad, pues no recibió un gol en los últimos 11 encuentros disputados en su estadio.
Para ello, cuenta con uno de los mejores arqueros del mundo, el esloveno Jan Oblak, y de un sistema defensivo a prueba de bombas, como demostró en el primer partido de la eliminatoria.
Vrsaljko deberá cumplir un partido de sanción y Thomas aparece como su probable sustituto. El lateral zurdo Filipe Luis recibió el alta y entró en la convocatoria, pero lo más probable es que Lucas Hernández se mantenga en ese puesto.
Mientras, el técnico rojiblanco, Diego Simeone, se mantendrá fiel a su esquema con la presencia de Saúl, Gabi, Koke y Vitolo en el centro del campo, más Diego Costa y Antoine Griezmann en la punta.
El que no podrá estar es el propio Simeone, quien fue expulsado en la ida y tendrá que ver el encuentro desde la grada. Una baja sensible, pues el técnico argentino también «juega» los partidos desde el banquillo.
El encuentro tendrá su parte emotiva en la presencia del francés Arsene Wenger, quien apura sus últimos días como entrenador del Arsenal después de 22 temporadas al frente del conjunto inglés. Quién sabe si será su último partido en competición europea, aunque él desea que sólo sea el penúltimo.
Para evitar la eliminación, el Arsenal se encomienda a mantener el juego mostrado en el Emirates Stadium, aunque indudablemente aspira a mejorar su eficacia. En el choque de la pasada semana, sumó decenas de llegadas, pero sólo embocó una.
«Sabemos que tenemos que ir allí a ganar el partido o marcar al menos un gol para clasificarnos, así que sabemos exactamente lo que debemos hacer. Tenemos que afrontar el partido con una mentalidad positiva», opinó Wenger en la víspera.
El arquero David Ospina y los centrocampistas Henrikh Mkhitaryan y Alex Iwobi son dudas por diferentes molestias físicas, más problemas para un Arsenal cuyo plantel no ofrece demasiadas alternativas en su segunda unidad.
En la otra semifinal, el Olympique de Marsella viajará al campo del Salzburgo con la intención de defender el rentable triunfo por 2-0 cosechado en la ida.
Florian Thauvin y Clinton Njie fueron los autores de los goles del Stade Velodrome en un choque más igualado de lo que sugiere el marcador y en el que el Salzburgo también tuvo sus opciones.
El equipo francés no puede confiarse, pues su rival ganó tres partidos como local por tres o más goles en la presente edición de la Liga Europa, mientras el Olympique de Marsella perdió cuatro encuentros como visitante.
Antes del partido de ida, los dos equipos ya se midieron en la fase de grupos con triunfo 1-0 del Salzburgo en casa y empate sin goles en Marsella.
La final se la Liga Europa será el 16 de mayo en Lyon, otro estímulo para un Olympique de Marsella que desea volver a ser una referencia continental después de largos años de anonimato.
Por Alberto Bravo (dpa)
