La presidenta del Partido Popular, Mercedes Fernández, sospecha, en tono irónico, que el ex sindicalista socialista José Ángel Fernández Villa «va a acabar siendo militante» popular, y consideró un acto de «hipocresía política» del PSOE que quienes «primero se jactaban de tener el favor de Villa ahora resulta que no lo conocían de nada».
El ex secretario general del SOMA-UGT ya ha acudido al Palacio de Justicia de Oviedo para declarar en el marco de la ‘Operación Hulla’. Villa está siendo investigado por presunto desvío, apropiación y ocultación de fondos públicos y privados del Montepío de la Minería.
«Asturias no es muy grande, aquí nos conocemos todos y sabemos las relaciones que tenía el todopoderoso sindicato minero con el PSOE; esto era así», señaló Mercedes Fernández..
La presidenta añadió que «luego habrá situaciones particulares, de menor relación, de mayor intensidad, pero era el sindicato amigo, el de Rodiezmo, adonde iban todos con el pañuelín, los del PSOE y del SOMA, allí todos juntinos tomaban algo y luego, a veces, caían hasta las cajas de sidra».
Para Mercedes Fernández, desde el ámbito «judicial y policial» es una operación «importantísima» porque hay que clarificar muchos extremos y responder a preguntas que también se formulan los asturianos, que requieren «muchas respuestas que se deben de dar desde la izquierda».
«Quitaba y ponía presidentes»
La líder popular precisó que no le corresponde al PP ofrecer explicaciones sobre conductas y comportamientos que se produjeron «fundamentalmente en el ámbito de un sindicato minero afín al PSOE», con un ex secretario general del Soma-UGT que «se jactaba» y se decía que en Asturias «quitaba y ponía presidentes» autonómicos, con un poder político «inmenso».
«Ahora parece que no le conoce casi nadie», dijo Mercedes Fernández, que en criticó que el PSOE «sigue jugando a tirar balones fuera y a la política del escaqueo».
A su juicio hay «muchos actores en esta historia», de los que cada uno de ellos deben de dar explicaciones a los asturianos porque se está hablando «de obras, recursos y financiación que presuntamente estaban en otros sitios o tenían destinos indeseados» por la mayoría.
Mercedes Fernández mostraó su extrañeza cuando ahora se plantea que las relaciones con el sindicalista investigado eran «esporádicas, ocasionales y profesionales», y que «se trataban de usted».