Actualmente, existen una gran cantidad de cremas para la piel diferentes. En función del tipo de piel que tengas, así como la edad y otros factores genéticos, será una u otra la que utilices. A continuación, vamos a hablar sobre algunos de los distintos tipos de cremas que puedes necesitar para tu piel:
– Crema antiarrugas: son muchas personas las que ya cuentan con arrugas en la piel y utilizan este tipo de cremas. Hay que tener en cuenta, que las arrugas no aparecen solamente por culpa de la edad, aunque es uno de los factores clave, sino que su aparición puede deberse también a la falta de vitaminas o de colágeno en la piel. Hay una gran cantidad de cremas antiarrugas en el mercado, que se pueden encontrar en cualquier farmacia o centro de belleza, y las puedes comparar de forma online para ver cuál es la que mejor te conviene. Debes tener en cuenta antes de utilizar una crema de este tipo, que debes proteger la piel contra los rayos UV y el maquillaje excesivo, ya que son dos de las cosas que más afectan a la piel a la hora de que aparezcan arrugas.
– Crema para estrías: las estrías son uno de los problemas a los que suelen enfrentarse, principalmente, las mujeres. Se trata de pequeñas grietas que salen en la piel en forma de líneas de color blanquecino u amoratadas, sobre todo en glúteos, brazos, piernas y vientre. Al utilizar una crema para estrías, puedes minimizar este problema que está considerado como una enfermedad cutánea. Pueden aparecer después de dar a luz, o también debido a una pérdida de peso repentina, por ejemplo.
– Cremas para blanquear la piel: a día de hoy es posible encontrar una gran variedad de cremas para blanquear la piel en el mercado. Es importante que estés informada al máximo antes de comenzar a utilizar una, además de hacer siempre primero una consulta al dermatólogo. Este tipo de cremas para blanquear la piel, suelen combinar calcio como el que se puede encontrar en el caracol y las conchas, lo que ayuda a que la piel tenga un color más claro, y también se utiliza mucho a la hora de mejorar una cicatriz, como la crema de concha de caracol, que ayuda a reducir las cicatrices que causa el acné, por ejemplo.
