El Museo de Bellas Artes de Asturias ha emitido este jueves un comunicado en el que rechaza las acusaciones realizadas por la Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias (Avispa) en relación al dispositivo de seguridad en la instalación del Bellas Artes durante la Noche Blanca del pasado 3 de octubre.
«El Museo de Bellas Artes, más allá de batallas sectoriales, va a seguir optimizando y racionalizando sus recursos como hasta ahora en lo que a la contratación y gestión del personal se refiere, ya sea personal laboral, vigilantes de seguridad o auxiliares de sala», han explicado desde el centro cultural.
Avispa había denunciado el asunto ante Delegación del Gobierno, apuntando a la organización y a responsables municipales, incluido el alcalde de la ciudad, Wenceslao López. Según el colectivo, el dispositivo de seguridad fue insuficiente, con sólo un vigilante con la preparación que pide la ley, y puso en peligro a las personas que acudieron.
Sin embargo, desde el Museo han detallado el número de efectivos de control y vigilancia que tuvieron, compuesto por un vigilante del museo, un vigilante de seguridad privada, siete auxiliares de sala, además se tres miembros de personal asignado por la organización de la Noche Blanca. Coordinaron el operativo el propio director del Museo, el responsable de la empresa SEN, responsable de la seguridad privada de la institución, así como de la empresa GSIC, que proporcionó a los auxiliares de sala.
El Museo precisa que la modalidad de auxiliar «es la empleada también por otros importantes museos nacionales para desempeñar en sala esos mismos y otros servicios».
