El entrenador del Sporting, Abelardo Fernández, no quiere que nada despiste la atención de su equipo, en el partido del domingo ante el Sabadell. Lo primero es ganar el encuentro, y esperara acontecimientos. Pero después de ganar en casa, con todo a favor, para seguir manteniendo el sueño del ascenso directo.
“Será difícil que ellos fallen en los dos partidos. Pero hay que confiar también en la profesionalidad del Mallorca, que sea capaz de ganar a un Girona que está en un gran estado de forma. Pero el Sabadell también es un rival complicado para nosotros, porque están ante su última oportunidad de evitar el descenso. Y se la juegan», dice Abelardo.
Recalca El Pitu que: “A los chavales le he insistido que debemos salir a ganar, y nada de estar pendientes de lo que pasa en Mallorca. Atención máxima y plena, y todos centrados en lo nuestros, que es lo más importante”.
Porque el mensaje es meridiano, por parte de equipo y afición: “Hay que luchar por ser segundos hasta el final, y para eso seguro que nos ayudará mucho más el ambiente espectacular que se espera en El Molinón. Es una gozada jugar partidos así”.
De momento evita el míster rojiblanco pensar en otra cosa que no sea el ascenso directo, viendo la ambición que sigue mostrando su equipo, aun no dependiendo de sí mismo. “Hay que darle el mérito que tiene los 40 partidos en la misma línea durante la temporada, presionando al rival con intensidad. En un playoff puede pasar cualquier cosa. Es una lotería que puede decidirse por una jugada de mala suerte, una expulsión y en el que jugar el segundo partido en casa es una ventaja muy relativa. Pero desde luego es mejor ser tercero que sexto”.
Le queda al Sporting el último entrenamiento al Sporting este sábado en Mareo, tras el que Abelardo recibirá otra distinción especial. La de sus compañeros de pachangas en el Grupo Covadonga. El homenaje constará de la celebración de un partido amistoso entre los veteranos del Grupo Covadonga y miembros de la Federación de Peñas Sportinguistas, que se disputará en el campo número tres de las instalaciones rojiblancas, a la conclusión del primer equipo. Un bonito gesto, justo antes de que El Molinón se rinda el domingo, inexorablemente, a la temporada que le ha regalado – y sigue haciendo – el equipo rojiblanco.