Oviedo, 1 ene (EFE).- El presidente de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, ha pedido hoy a los asturianos que no «dejen pasar en 2015 la oportunidad de superar la marginación, la crisis y la decadencia». apostando por «un cambio radical y profundo».
«Estamos dispuestos y en mejores condiciones que en 2011 para repetir el éxito que obtuvimos entonces», ha subrayado Cascos, que señala que su partido pudo hacerlo cuando gobernó pero, según asegura, «la alianza de los inmovilistas responsables de la decadencia regional impidió el cambio».
En un mensaje ofrecido con motivo del Año Nuevo, el presidente de Foro recalca que éste es el momento de poner remedio a los problemas, identificándolos «sin falsificaciones ni mentiras» y enfrentándose «con decisión a las causas que los provocan».
«El año 2015 que hoy comienza viene precedido de tres años muy negativos para Asturias. Nuestro país lleva demasiados años consecutivos a la cola de las comunidades autónomas españolas», asevera.
En el comunicado, indica que esto no ha ocurrido por casualidad ni por mala suerte, sino como consecuencia de la cadena de decisiones que «castigaron» a casi todos los ámbitos de la actividad regional, unas veces adoptadas por el Gobierno central y otras por el asturiano.
Cascos critica el «acto triunfalista de propaganda» con ocasión de la puesta en servicio del último tramo de la Autovía del Cantábrico en Ribadedeva tras diez años de obras.
También censura que se solucionara «in extremis» la continuidad de la planta de Alcoa, en Avilés, «amenazada por un cierre derivado de los costes de la energía eléctrica que son más superiores en España que en otros países cuya metalurgia es competidora».
«Asturias lleva mucho tiempo contemplando sin reacción alguna cómo los presupuestos de nuestras principales obras públicas se desvían a otras comunidades. Como consecuencia, nuestras obras se retrasan y se paran en oriente, en occidente, en Pajares, y en nuestras principales ciudades», afirma.
A su juicio, la Autovía del Cantábrico y Alcoa, o Tenneco, son ejemplos irrefutables de que la pasividad y el conformismo de los asturianos hunden al país en la decadencia. Y también de que la acción y la rebeldía de la sociedad nos abren las puertas del crecimiento y del empleo».
«Al comenzar un nuevo año no es el momento de llorar por la leche derramada, es el momento de poner remedio a nuestros problemas identificándolos sin falsificaciones ni mentiras a las que tan acostumbrados nos tienen unos pocos, enfrentándonos con decisión a las causas administrativas que los provocan, y retirando la confianza a los responsables políticos de las decisiones que nos castigan, nos discriminan o nos marginan», señala.
Para el presidente de Foro, los asturianos deben reivindicar el principio constitucional de solidaridad entre los territorios y asumir la defensa colectiva de los sectores regionales básicos de la agroganadería, la pesca, la minería, la industria, el comercio o el turismo, además de apostar por la accesibilidad de las comunicaciones y telecomunicaciones regionales en una Europa vertebrada.
«Podemos seguir el mismo camino que hasta ahora, ahondando nuestra decadencia. Claro que podemos. Podemos hundirnos mucho más apostando por fórmulas superadas y equivocadas. Por supuesto que podemos. Pero también es posible que volvamos a recuperar la confianza, el crecimiento, el empleo y el bienestar», afirma.