Oviedo, 16 dic (EFE).- El portavoz de Sanidad de Foro en la Junta General, Albano Longo, ha dicho hoy que los pacientes de salud mental de la residencia de Meres, «obligados a comer unos alimentos de ‘malísima calidad’, en palabras de la delegada del CSIF», son «víctimas del sectarismo» del presidente del Principado, Javier Fernández.
Recuerda que el pasado verano el Gobierno del Principado convocó el concurso para el suministro de la alimentación de los pacientes de salud mental de la residencia de Meres (Siero), del que el Gobierno regional «excluyó» a la empresa del diputado de Foro José Antonio Martínez por una «inexistente incompatibilidad».
El motivo alegado por el Principado era la aplicación de un régimen de incompatibilidades a la empresa concesionaria desde 2012, ‘Cook’, propiedad de Martínez, abunda Longo en un comunicado.
En opinión del parlamentario, la incompatibilidad es «inexistente» a juicio del letrado mayor de la Junta General del Principado, y añade que los argumentos jurídicos «no fueron obstáculo» para que el Ejecutivo siguiera adelante con sus planes, ya que el «verdadero motivo era dañar» al diputado de Foro y la «supuesta incompatibilidad era solo una excusa».
Manifiesta que al Gobierno del Principado «no le preocupaba si la calidad del servicio que prestaba la empresa asturiana desde hacía dos años era buena o mala», porque «solo le interesaba» que su propietario era un diputado de Foro, haciendo «prevalecer su sectarismo sobre la calidad asistencial de los pacientes».
Asimismo, señala que como era necesario continuar prestando el servicio a los veinticinco pacientes de la residencia de Meres, se adjudicó la contrata a otra empresa que ya había sido descartada previamente en el concurso en el que había sido seleccionada ‘Cook’.
La nueva adjudicataria «trae sus productos congelados desde Murcia y, según denuncia el sindicato CSIF, la comida que da es de ‘malísima calidad’, como corroboran las fotografías que muestran unos platos nada apetecibles», abunda Longo.
Para el diputado, la residencia de Meres atiende actualmente a veinticinco pacientes crónicos de salud mental que están «prácticamente indefensos frente a los abusos» del Gobierno del Principado, y ha advertido de que «ha tenido que ser un sindicato profesional independiente, CSIF, el que hiciera público este atropello».