Santander, 17 nov (EFE).- Las cuatro comunidades autónomas del Cantábrico (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) han formalizado hoy su unión en defensa del sector lácteo con una reunión en Santander, que ha tenido como testigo de los primeros pasos de este grupo al Ministerio de Agricultura.
En concreto, se han dado cita en la capital cántabra los consejeros del ramo de Galicia, Rosa Quintana; de Asturias, María Jesús Álvarez; de Cantabria, Blanca Martínez, y el viceconsejero de Agricultura del País Vasco, Bittor Oroz, junto al secretario general de Agricultura del Ministerio, Carlos Cabanas.
Se trata de la primera reunión de este grupo de comunidades autónomas, del que también forma parte Baleares, que finalmente no ha desplazado a ningún representante, cuyo objetivo es impulsar acciones conjuntas de control de los contratos entre los productores, las industrias y los distribuidores.
En este primer encuentro, los representantes de las cuatro regiones participantes, que reúnen el 58 por ciento de la producción láctea nacional, han puesto en común los problemas del sector que afectan a sus territorios y han abordado una hoja de ruta para hacerlos frente de forma coordinada.
Sus participantes no descartan la incorporación de otras comunidades autónomas, como Castilla y León, con lo que alcanzarían el 70 por ciento de la producción de leche en toda España.
De hecho, en un encuentro con los medios de comunicación antes de concluir la reunión, el representante del Ministerio de Agricultura ha subrayado que el objetivo es «seguir avanzando» y ha opinado que «sería bueno» que se unieran a este grupo todas aquellas comunidades autónomas que tienen interés en el sector lácteo.
Cabanas ha precisado que ya existen instrumentos para la defensa de este sector como el paquete lácteo, cuya modificación para resolver las cuestiones planteadas hasta ahora, que está previsto que se ponga en marcha el 1 de enero, a los que se suman los que tienen las comunidades.
Y ha explicado que, entre otros objetivos, el encuentro de hoy ha pretendido servir para crear un calendario con las actuaciones para dar forma a un documento que reúna todos esos instrumentos, con el horizonte del 1 de abril, fecha en la que desaparecerán las cuotas lácteas.
El representante del Ministerio ha remarcado que el 96 por ciento de la producción láctea «está bajo control», pero ha puntualizado que el «problema» son los contratos entre los productores y las industrias y su posibilidad de modificarlos.
Por ello, ha señalado la necesidad de establecer una duración mínima que podría alcanzar un año y la de regular la imposibilidad de realizar modificaciones en estos documentos que «rompen» el objetivo de asegurar la estabilidad del productor.
De todos modos, Cabanas ha recalcado que los precios «no se pueden fijar» por parte de las administraciones públicas y ha opinado que el ganadero «tiene que ser capaz de trasladar a la industria el coste de producción».
Por esta razón, ha defendido la necesidad de la unión de los productores para negociar. «No es lo mismo cuando una persona negocia, que cuando lo hace un grupo. Cuando tú negocias cantidad y número de ganaderos estás pidiendo cierta estabilidad en los precios y te va a ayudar a negociar mejor que si lo haces individualmente», ha argumentado.
Sin embargo, Cabanas ha separado esto de la venta a pérdidas por parte de las grandes cadenas de distribución, al tratarse de un asunto de comercio y, por tanto, competencia exclusiva de las comunidades autónomas.
La consejera cántabra de Ganadería, Blanca Martínez, ha recordado que Cantabria es la única región española que ha abierto expedientes, alguno de ellos ya firme, por ese motivo.
Y ha concluido apuntando a una posible colaboración en las inspecciones a las industrias lácteas, que en algunos casos tienen su sede en otra comunidad autónoma, a través de la transferencia de datos.