Abu Dabi, primera parada del proyecto Djokovic-Becker

5802512wFráncfort/Abu Dabi, 26 dic (dpa) – Boris Becker pasó el día de Navidad junto a su familia: regalos, solomillo Wellington y el clásico del cine «Lo que el viento se llevó» fueron los protagonistas en su casa de Londres. Pero las vacaciones ya se acabaron para la leyenda del tenis alemán.

Becker, de 46 años, voló hoy a Abu Dabi, donde mañana debutará su nuevo pupilo, el serbio Novak Djokovic, ante el francés Jo-Wilfried Tsonga. El Mubadala World Tennis Championship será el escenario en que el Becker se siente por primera vez como entrenador del número dos de mundo, en uno de los proyectos tenísticos más interesantes de los últimos años.

«Mi equipo es más fuerte con él y espero que logremos los resultados necesarios como para que nos echemos de menos», dijo Djokovic.

Mientras su nuevo entrenador pasaba las fiestas rodeado de su familia, Djokovic dedicó el día 25 de diciembre a entrenar en Abu Dabi junto al británico Andy Murray.

El serbio ya jugó los dos últimos años el torneo de Abu Dabi para prepararse de cara a la primera gran cita del año, el Abierto de Australia. Tanto en 2012 como en 2013, ganó en el emirato árabe y semanas después se impuso en el primer Grand Slam de la temporada.

La exhibición en el desierto servirá a Becker para calibrar, aunque de forma escasa, su influencia en Djokovic. Muchos aficionados y expertos especulan todavía sobre qué tipo de relación profesional podrán mantener dos tipos tan diferentes como Djokovic y Becker.

Si sólo se tienen en cuenta las fotos que colgaron ambos en los últimos días en sus cuentas de Twitter, parece que la nueva constelación está llena de diversión. Sin embargo, hay dudas sobre si Becker podrá asumir su nuevo papel del modo exacto que demanda un tenista como Djokovic, metido de lleno en la pelea por el número uno del mundo, posición ocupada actualmente por el español Rafael Nadal.

En Abu Dabi, Becker se reencontrará con su viejo rival Ivan Lendl, entrenador de Murray desde finales de 2011. Sin embargo, no se reencontrarán en la pista, pues el británico, campeón olímpico y que regresó a las pistas después de varios meses apartado por una operación de espalda, cayó ante Tsonga por 7-5 y 6-3.

Murray también está intrigado sobre cómo funcionará la sociedad Djokovic-Becker, pero no cree que las nuevas posiciones de Lendl y el ex jugador alemán sirvan para un nuevo capítulo de su vieja rivalidad.

«No creo que esto sirva para reabrir su rivalidad», señaló Murray, campeón de Wimbledon 2013, al diario «Gulf News». «Cuando entras en la pista, los entrenadores ya pueden hacer muy poco para influir en el juego».

En el complejo tenístico Zayed Sports City de Abu Dabi habrá casi las mismas cámaras apuntado a Djokovic que a su palco, donde se sentará Becker.

El nombre del alemán, ex número uno del mundo y ganador de 49 títulos en su carrera -entre ellos seis Grand Slam-, todavía fascina al mundo del tenis. Lo que aún tiene que demostrar es si puede hacerlo igual de bien desde el palco que desde la cancha.

Por Lars Reinefeld