Berlín, 17 dic (dpa) – «Juntos hemos hecho historia. Muchas gracias por 2013», rezaba un largo cartel desplegado el sábado en el Allianz Arena por la plantilla del Bayern Múnich para festejar un año en que el equipo bávaro y Alemania se aprovecharon más que nunca del fútbol español para imponer su supremacía en Europa.
El punto culminante fue la noche del 25 de mayo en el mítico estadio londinense de Wembley. Por primera vez en la historia de la Liga de Campeones, dos equipos alemanes se disputaron el máximo trofeo europeo, Bayern Múnich y Borussia Dortmund.
«Hoy vivimos un momento estelar del fútbol alemán ante los ojos de toda Europa», celebró entonces el mánager de la selección alemana, Oliver Bierhoff.
Para entonces, el Bayern había triturado al Barcelona en unas semifinales en las que el Dortmund le endosó un 4-1 al Real Madrid en la ida. Y hacía meses que el español Josep Guardiola había llegado a un acuerdo para suceder al Jupp Heynckes en el banquillo del Bayern, que terminó ganando un histórico triplete con Bundesliga y Copa alemana.
El eje del balompié europeo se desplazó hacia el norte de Europa un mes antes de la histórica final de Wembley. El Bayern de Heynckes asestó en Múnich un mortal 4-0 al Barcelona de un debilitado Lionel Messi, mientras que en la vuelta y ante los atónitos barcelonistas del Camp Nou se impuso por 3-0.
El Borussia Dortmund, con su fútbol veloz y de rápidas transiciones, tuvo que esforzarse más ante el Real Madrid de José Mourinho, eliminado después de que el 2-0 de la vuelta no sirviera para voltear el autoritario 4-1 de la ida.
Un mes y medio antes, el conjunto Heynckes cantó campeón de liga seis fechas antes del cierre, todo un récord histórico en Alemania. Completó el triplete con un 3-2 sobre el Stuttgart en la final de la Copa Alemana y despidió a Heynckes en el cénit de la carrera.
Pero además de hacerse con el liderazgo europeo, el Bayern dio el gran el gran golpe en enero al anunciar el fichaje del codiciado Guardiola, ex técnico del Barcelona. El entrenador que llevó al «Barça» a conquistar 14 títulos afrontó el gran desafío de asumir un equipo que funcionaba «a la perfección», según palabras de Heynckes.
El veterano técnico le envió además una recomendación: «Con un par de incorporaciones puntuales, el Bayern podría marcar una nueva era en Europa». Guardiola coincidió con su antecesor y «robó» al Barcelona a una de las perlas de su cantera, Thiago Alcántara. Las grandes expectativas que generó el fichaje de Guardiola se fueron saldando. Los jugadores se adaptaron rápidamente al técnico, que aprendió el alemán de forma intensiva y estrenó su nuevo idioma en la primera rueda de prensa.
La era Guardiola comenzó con buen pie y un título, el de la Supercopa Europea con una victoria sobre el Chelsea de su archirrival José Mourinho en la tanda de penales. Y después siguieron una serie interminable de récords: el Bayern ostenta 41 invictos consecutivos y superó con creces la plusmarca de 36 que lucía el Hamburgo desde hacía 30 años. El Bayern lleva sólo tres partidos perdidos en los más de 50 oficiales que ha disputado este año. Una semana antes de la pausa navideña se coronó campeón de invierno con una cómoda ventaja de siete puntos sobre su perseguidor directo, el Bayer Leverkusen.
A nivel internacional, el campeón de Europa está ya en octavos de la Liga de Campeones y buscará en el del Mundial de Clubes su quinto título de 2013.
Solo un hecho ensombreció el año de ensueño de los bávaros. Su carismático presidente, Uli Hoeness, admitió que había ocultado al fisco ganancias de una cuenta que tenía en Suiza y será juzgado en marzo por evasión impositiva. Considerado hasta entonces una especie de instancia moral en Alemania, reconoció el error y tanto el club como la hinchada cerraron filas en torno a él.
2013 también fue un año memorable para el Borussia Dortmund. El once del técnico Jürgen Klopp fue finalista de Champions, subcampeón de la liga y en el receso estival le arrebató al Bayern la Supercopa alemana por 4-2.
La segunda mitad de año lo vio decaer por numerosas lesiones. Fue relegado al tercer puesto de la clasificación, a diez puntos de distancia del Bayern, y tuvo que luchar hasta el último minuto para superar la fase de grupos de la Champions, pese a que finalmente se clasificó primero del grupo.
Bayer Leverkusen y Schalke se sumaron al Bayern y al Dortmund en la ronda de los últimos 16 mejores equipos de Europa, algo que hasta ahora nunca había ocurrido y que habla de la calidad del fútbol germano.
Del tirón de los clubes también se ha beneficiado la selección alemana, que no perdió un solo partido en la fase clasificatoria para el Mundial de Brasil 2014.
El entrenado de la selección alemana, Joachim Löw, previno, sin embargo, de dejarse llevar por el entusiasmo. «Podremos hablar de un cambio de guardia duradero si el año próximo vuelven a disputar la final de la Champions dos equipos de la Bundesliga y si ganamos el título en Brasil».
Por María Laura Aráoz