Oviedo, 20 nov (EFE).- La comisión de investigación sobre la gestión del Centro Niemeyer definirá el próximo viernes las comparecencias que se solicitarán ante este órgano parlamentaria una vez recibidas las peticiones de los cinco grupos que la integran.
En la reunión que hoy ha celebrado la comisión se ha solicitado de los servicios de la Cámara que procedan a ordenar las peticiones de los grupos, dado que muchas son coincidentes, y el viernes se procederá a votar las comparecencias que se estima necesario realizar.
Según ha señalado a los periodistas al término de la reunión el presidente de la comisión y diputado del PP, Alfonso Román López, que el número de comparecencias podría situarse finalmente entre 60 y 70 personas en caso que todas ellas resulten aprobadas.
A lo largo de los meses de noviembre y diciembre, los servicios de la Junta se encargarán de localizar a las personas llamadas a testificar, que comparecerían previsiblemente en la Cámara en la segunda quincena de enero una vez que se autorice la habilitación de un periodo extraordinario de sesiones para esas fechas.
Foro ha sido el grupo que más solicitudes ha presentado -43- entre las que figuran la de la exfuncionaria Marta Renedo, una de las 17 personas procesadas en el denominado caso Marea que investiga una presunta trama de corrupción en la administración autonómica.
Entre las peticiones de comparecencia figuran también las del expresidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y de varios consejeros del PSOE y de Foro que tuvieron relación con el Niemeyer, así como responsables de la Fundación que lo gestiona y del Ayuntamiento de Avilés.
En la reunión de hoy, el portavoz del PSOE en la comisión, Vicente Herranz, ha reiterado su petición de dimisión del presidente de la misma al considerar que sus trabajos no tendrán «ninguna credibilidad» mientras Román López siga al frente.
Según Herranz, dado que López ya manifestó «cuáles son las conclusiones y la atribución de responsabilidades» antes de que la comisión inicie sus trabajos las comparecencias se convertirán «en un acto inútil» que buscará el «señalamiento» de las personas llamadas a testificar para amplificar la relevancia política de la investigación.