¿Qué tipos de pavimentos existen en la actualidad?

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Sin duda alguna, se trata de un elemento clave dentro del terreno de la construcción, no obstante, hoy en día se puede elegir entre un gran número de pavimentos cada uno de ellos con sus características correspondientes. De ahí que si se quiere instalar uno nuevo, es esencial acudir a profesionales que controlen a la perfección este sector. 

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Cuando se habla de pavimento se está haciendo referencia a un tipo de suelo que se coloca sobre una superficie artificial. Para tener una mejor idea de cómo son, hay que decir que los pavimentos cuentan con una base horizontal y sirven de apoyo para objetos, personas o animales. Para que la instalación de pavimentos sea la adecuada, es importante acudir a profesionales expertos en el sector, además de conocer los tipos que existen. 

Con base en esto, hay que decir que, para clasificar los pavimentos es importante tener en cuenta que hay dos grupos claramente diferenciados que son los pavimentos rígidos y flexibles y los que son continuos o discontinuos. ¿Cuáles son los más habituales?

Rígidos y flexibles

Si se habla de los pavimentos rígidos, hay que saber que suelen contar con dos capas, una base y una exterior generalmente de hormigón, si bien, en algunas ocasiones también pueden tener una subbase, aunque no suele ser lo habitual. Con respecto a la capa superior, está a su vez puede ser también de dos tipos; la que se conforma a partir de losas transversales de hormigón o bien, aquellas que cuentan con una losa continua de este material. 

El pavimento de hormigón rígido es uno de los más habituales, sabiendo que, tal y como su nombre indica, se conforma de una capa de hormigón apoyada sobre una base de grava que es la que se apoyará en el suelo. Dentro de sus características principales destacan la rigidez y la resistencia. Por ello es uno de los más utilizados en construcción.

En cuanto a los flexibles, es evidente que esto aportarán mayor maleabilidad, siendo además la modalidad más común la del pavimento flexible asfáltico. Es un tipo de pavimento que se ve normalmente en carreteras y espacios donde va a haber una gran afluencia de vehículos. Con respecto a su capa, esta suele fabricarse a partir de dos componentes o bien el hormigón bituminoso o con tratamientos superficiales. A todo esto hay que sumar que la capa base suele contar con áridos.

Finalmente, dentro de esta categoría también hay que hablar de los pavimentos semirrígidos, el cual combina los dos tipos anteriormente citados. Lo normal es que la estructura de este tipo de pavimento se componga de una capa base de hormigón y otra de hormigón asfaltado, sabiendo que la capa rígida se coloca normalmente debajo de la flexible. Este tipo de pavimento es muy estable, de ahí que se utilicen como base en suelos que van a soportar grandes cargas y pesos.

Continuos y discontinuos

En este caso, hay que decir que son pavimentos muy frecuentes dentro del terreno industrial, por lo que se pueden encontrar fácilmente en construcciones que están destinadas a la habitabilidad. 

Con respecto a los pavimentos continuos hay que decir que cuentan con un revestimiento muy sencillo, son económicos y tienen una gran durabilidad, además de destacar otras características tales como la polivalencia, fácil de limpiar o la flexibilidad. Dentro de esta subcategoría se pueden encontrar numerosos tipos tales como el microcemento, resina epoxi o incluso el hormigón pulido. Dependiendo del tipo de instalación, habrá que decantarse más por uno u otro.

En cuanto a los pavimentos discontinuos, se conocen así porque se componen de losas prefabricadas que pueden ser de hormigón, granito, baldosas hidráulicas… todo ello permite que haya una gran variedad de formatos compuestos por diferentes materiales como es el caso de la madera, que se utiliza bastante para las viviendas y oficinas. También puede ser de piedra, que es el ideal para exteriores; tierra cocida, para balcones y terrazas; o incluso de material hidráulico o corcho.