(dpa) – A las mujeres embarazadas se les recomienda, por lo general, no practicar deportes en los que haya riesgos de sufrir caídas, y el esquí se encuentra dentro de esa categoría. Pero, ¿es esta recomendación válida de manera tan general?
La partera alemana Julia Heitmann tiene una visión diferente del asunto, porque ya atendió a varias mujeres que crecieron esquiando, que querían seguir haciéndolo con un bebé en el vientre y que efectivamente pudieron hacerlo.
«Puedo entender a cada mujer embarazada y deportista que no quiere prescindir de su deporte, porque no es que esté enferma», afirma Heitmann. Y, al mismo tiempo, deja en claro que esta decisión dependerá de cada mujer.
Durante la entrevista, detalla porqué son importantes los conocimientos y la destreza para esquiar y qué factores de salud podrían incidir para que se sugiera a la embarazada mejor no practicar ese deporte.
dpa: Esquiar durante el embarazo suena como algo peligroso. ¿Básicamente, puede hacerse?
Julia Heitmann: Básicamente es una palabra muy general, pero no hay una respuesta amplia a la pregunta. Aquí en las montañas, de donde yo vengo, muchas mujeres han crecido esquiando y conocen las pistas y las montañas. Si quieren seguir esquiando estando embarazadas, no hay nada que en principio se lo impida.
Por el contrario, si una mujer siempre practicó un deporte, yo le diría que es sano que se mantenga activa. A esas mujeres les recomiendo eso durante mi asesoramiento, si no hay razones de salud que lo impidan.
Pero si, por ejemplo, se vive en Berlín o Dortmund y se viaja una vez al año a las montañas durante el invierno, más bien prefiero recomendar prudencia.
Quizás primero se contrate una profesora o profesor de esquí y se explique la propia situación. Entonces tal vez pueden practicarse las caídas y luego esquiar en su compañía sobre las pistas.
Y, en caso de que nunca se haya esquiado todavía, entonces, en mi opinión, no se debería empezar con ello durante el embarazo, sino aguardar hasta luego del parto.
dpa: ¿Hay cuestiones que podrían ser perjudiciales, más allá de las propias capacidades?
Heitmann: Las embarazadas deberían asesorarse en primer lugar con su partera y su obstetra. Porque cada mujer necesita consejos adaptados a sus necesidades.
O sea, expresado en términos generales: si se tiene una placenta anterior, en la que la placenta se sitúa directamente detrás de la pared abdominal, desaconsejaría esquiar a más tardar a partir de la semana 24. En caso de una caída boca abajo, se corre el riesgo de sufrir una hemorragia intensa.
En el caso de embarazos de riesgo, embarazos múltiples, cuello uterino acortado, hipertensión, parto prematuro o antecedentes de parto prematuro, más bien no recomendaría esquiar.
A partir del sexto o séptimo mes, desde mi punto de vista, hay que tener especial cuidado. Porque cuanto más avanza el embarazo, más blando se vuelve el tejido y disminuyen tanto la estabilidad como el equilibrio.
Debido al vientre prominente, el cuerpo tiende a irse hacia adelante, mientras que para esquiar se requiere una postura corporal ligeramente inclinada hacia atrás.
Finalmente cada mujer deberá responderse la pregunta de, si algo pasara esquiando y se pierde el bebé, cómo se lidiaría con eso. Puede sonar duro, pero es necesario ser sincera con una misma.
Siempre hay que escuchar los sentimientos íntimos, si una se siente bien o no con una situación. También tuve una ginecóloga que hizo esquí de travesía a gran altitud cuando estaba embarazada.
dpa: ¿A qué deberían prestarle atención las embarazadas cuando se encuentran en las pistas?
Heitmann: Yo no esquiaría en horas pico. Nunca se puede descartar el riesgo de que alguien te atropelle, pero, por supuesto, es especialmente alto en esos momentos.
Tampoco esquiaría en un centro de esquí que sea muy grande, sino más bien en uno pequeño. Una quiere un esquí disfrutable, y para eso no se requiere una zona gigantesca. Y, cuando se pierda el equilibrio, es mejor dejarse caer de costado o sobre la cola, ya que debe realmente evitarse caer sobre la panza.
BIO JULIA HEITMANN: Trabaja como partera en Garmisch-Partenkirchen, Alemania. Está especializada en entrenar a mujeres con ambiciones deportivas y también es una activa corredora de fondo y esquiadora de travesía.
Por Tom Nebe (dpa)