La España vaciada atrae más de lo que parece

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Un 61% de los españoles se siente atraído por los pueblos que tienen menos de 10.000 habitantes. Por lo menos, así se desprende del estudio Análisis sobre la España Vaciada. Bajo este concepto se encuentran todas las zonas afectadas por la despoblación con una densidad de población más baja que la media nacional.

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El confinamiento puede considerarse un punto de partida para este repentino interés unido a la carestía que supone vivir en grandes ciudades, especialmente Madrid y Barcelona. De hecho, cada vez son más los ciudadanos que tienen que recurrir a los minipréstamosonline rápidos para adaptarse al ritmo de vida urbano.

Una de las principales razones para querer cambiar la ciudad por el campo es que el trabajo y la vida labora ha cambiado sus costumbres. De hecho, un 6% puede teletrabajar y un 9% tiene en mente cambiar de empleo. Entre los 35 y 54 años existe mayor deseo de trasladarse a un entorno rural, algo a lo que no están tan dispuesto los de 25 a 34 años.

Requisitos para hablar de despoblación

El estudio mencionado, llevado a cabo por la inmobiliaria Fotocasa, incide en que es claro el interés por los pueblos de entre 1.000 y 10.000 habitantes. Cambiar los vecinos de la ciudad por los del campo es algo que se ha visto propiciado por los nuevos métodos de trabajo mucho más flexibles que antes.

En España, según datos del Banco de España, existen 3.403 municipios en peligro de despoblarse, lo que supone un 42% y sitúa al país como el cuarto europeo con más riesgo. El Parlamento Europeo deja claro que para que un municipio esté en peligro de despoblación tiene que cumplir estas 3 características:

  • Aumento de población ha sido negativo entre 2001-2018.
  • Densidad de población por debajo de los 12,5 habitantes por metro cuadrado.
  • Saldo vegetativo negativo desde 2001.

Solo supera la despoblación española Estonia con un 58%, Finlandia con un 56% y Letonia con un 50%. De hecho, el comisionado de gobierno recordó que entre el año 2001 y el 2019, un 63% de los municipios de España sufrieron una pérdida de población considerable que afectó a los entornos del campo.

Tras la pandemia, la ciudadanía empezó a buscar un mayor contacto con la naturaleza, tranquilidad y una mejor calidad de vida con espacios naturales que se traducía en bienestar. La contaminación, ya sea acústica o medioambiental, de las grandes ciudades ha propiciado el deseo de un exilio al mundo rural tanto para las personas que viven solas como acompañadas.

Mudarse al campo a partir de los 35

Antes de embarcarse de lleno en la aventura de mudarse al mundo rural, hay que tener una casa o, por lo menos, la intención de comprar o alquilar una. Según la inmobiliaria mencionada, un 61% de los demandantes de vivienda han tenido algún tipo de interés por el campo y no les importaría trasladarse.

El 50% de esos que se siente atraído a un cambio de vida no pueden hacerlo por una razón u otra. El 6%, por su parte, lo hará a corto plazo gracias a un cambio laboral, y el 5% lo podrá hacer porque tiene la suerte de teletrabajar. La zona geográfica en la que se resida también condiciona esta decisión, de hecho, catalanes y madrileños son quienes más desean cambiar la ciudad por el campo.

La edad también es importante a la hora de tomar una decisión como esta. La población comprendida entre los 35-55 es la franja estrella para cambiar la ciudad por el campo y les da igual que sea compra o alquiler con tal de irse. Los menos interesados, sin embargo, parecen ser los jóvenes entre 18-24 años.

Las razones son evidentes; las nuevas generaciones todavía no tienen la estabilidad deseada, no tienen hijos, muchos ni compromiso y poder relacionarse con otras personas cobra un peso que no es tan intenso como en los más mayores. Para ellos, la ciudad ofrece más oportunidades que el ambiente rural.

Un pueblo con más de 1.000 habitantes

Los demandantes de vivienda que aspiran trasladarse al campo prefieren aquellos municipios que lleguen a los 1.000 habitantes en un 66% de las ocasiones. Que esté cerca de la capital, sea de mar o montaña o tenga buenos servicios también influye, pero lo que determina el deseo de traslado es cuánta población tiene.

Entre las mejores opciones para un cambio de vida donde el campo sea el protagonista indiscutible, según el estudio de la España vaciada, están los municipios de entre 5.000 y 10.000 habitantes. Le siguen los que tienen entre 1.000 y 5.000, perotodo lo que sea menos implica cierto rechazo.