La Ley Celaá ha traído la polémica a la política y a las aulas

(SF) – La Ley Celaá ha traído la polémica a la política y también a las aulas, pues el castellano deja de ser lengua vehicular en el sistema educativo. PP, Cs y VOX afirman que se está acelerando la expulsión del castellano de las aulas.

Inmersión lingüística

La inmersión lingüística es un método de aprendizaje de una segunda lengua, llamada técnicamente L2, totalmente desconocida para el alumno, que consiste en introducir al alumno desde el primer día de clase en esa segunda lengua. El profesor habla en esa lengua desde el mismo momento en que se traspasa la puerta de clase.

Se utiliza en la Escuela de forma masiva, precoz (a los 3 años), total (todo el horario y en toda la Enseñanza), y obligatoria (no hay posibilidad de elección de lengua).

Hablamos Español

Gloria Lago, Presidenta de la asociación Hablamos Español opina que “nuestra lengua común ya está prohibida, de facto, como lengua vehicular para muchos niños de España. Esto es así, totalmente, en la enseñanza pública de Cataluña, casi totalmente en Baleares, de forma creciente en la Comunidad Valenciana y en el País Vasco”

Gloria Lago opina que “eliminar de la nueva ley de educación la consideración de que el español es lengua oficial y vehicular en toda España, es una maldad”.

La Asociación Hablamos Español ya entregó en la Oficina del Censo electoral 500.000 firmas para que fuera admitida a trámite su Proposición de Ley de Libertad de Elección Lingüística.

Durante meses recorrieron España informando sobre la “restricción de derechos que padecen las personas hispanohablantes, sobre todo en la enseñanza”.

Para Gloria Lago “somos una absoluta rareza. Es más, estudiar obligatoriamente con dos lenguas como vehiculares, también llamado bilingüismo integrador y chiripitifláutico, no se aplica como en España en ningún lugar. La enseñanza con dos lenguas como vehiculares ha de ser voluntaria y tiene que llevarse a cabo con seguimiento”.