¿Estás valorando si debes pintar tu casa o tu oficina? ¿Crees que es necesario darle una mano de pintura, pero no estás convencido? ¿Vas a cambiar la decoración y vas a dejar las paredes del mismo color? Descubre qué beneficios te puede aportar pintar tu casa, oficina o despacho.
Los beneficios de pintar las paredes
Hay muchas veces en las que nos planteamos cambiar la decoración de nuestro hogar u oficina; o, simplemente, hemos descubierto algunas pequeñas manchas en las paredes y no sabemos si será buena idea o no pintar.
Pues sí, pintar es siempre una opción acertada porque, aunque parezca una acción muy simple, lo cierto es que esta tiene múltiples beneficios: desde darle personalidad a una estancia hasta acompañar la decoración o, simplemente, renovar el aspecto de la vivienda u oficina.
Eso sí, es necesario siempre contar con la ayuda de pintores profesionales que entiendan qué se quiere hacer, cuál es el objetivo, en qué estado están las paredes y cuál se quiere que sea el acabado final. Estos trabajos de pintura es mejor dejarlos en manos de quienes están preparados para ello.
Por lo tanto, los beneficios son los siguientes:
#1. Le dará un aspecto renovado a las paredes
Parece obvio, ¿verdad? El primer beneficio de llamar a pintores en Madrid es que, al pintar, le darán un aspecto completamente nuevo a las paredes. Así, esas paredes que estén desgastadas, con manchas, con los colores apagados o, incluso, con algunas partes desconchadas tendrán una nueva vida.
De este modo, algo tan simple como pintar las paredes, aunque sea de un color sencillo, hará que la estancia o la oficina en cuestión parezca recién reformada.
#2. Elimina manchas de humedades y mejora la salud de las paredes
Al pintar también se conseguirá eliminar las manchas de humedades que pueden aparecer y que le pueden dar un aspecto muy deteriorado a la casa o a la oficina. Y es que, a veces, los desperfectos de las paredes van más allá de alguna zona salpicada o similares.
Hay que tener en cuenta que las manchas de humedades, a la larga, también pueden afectar a la salud de las paredes: las irán deteriorando poco a poco y harán que pierdan calidad. Por ello, pintarlas a tiempo siempre será una buena idea.
#3. Acompaña a la decoración
Sin duda, el diseño de interiores es fundamental a la hora de darle vida a una casa, a una habitación, a un despacho o a una oficina entera. Así pues, antes de ponerse a pintar, es importante valorar cuál va a ser el estilo que se va a seguir. ¿Va a ser nórdico? ¿Industrial? ¿Predominará algún color? ¿Se quiere un estilo más rompedor o se va a apostar por un estilo rústico?
Por ejemplo, el estilo nórdico combina la carpintería de madera con tonos blancos y neutros. En este caso, las paredes deben seguir ese estilo. Por su parte, un estilo industrial puede tener unas paredes de un color gris más oscuro e, incluso, se puede jugar con otros detalles como pequeñas rayas que simulen algunas grietas.
Incluso, a veces, los propios pintores, como los pintores en Alcobendas, pueden asesorarte sobre qué pared puede combinar mejor con un estilo u otro, o cuáles son los principales colores y acabados que deberías valorar.
#4. Mejorará el ambiente y subirá el ánimo
Está claro que vivir en una casa recién pintada, con aspecto nuevo, o trabajar en una oficina que se ha cuidado siempre mejorará el ambiente. Y es que cuando las paredes se han renovado, estas tienen tal fuerza que consiguen hacer que todo a su alrededor parezca nuevo.
Esto, inevitablemente, mejora hasta el ánimo de todo aquel que pase tiempo dentro de esa estancia u oficina. Sin duda, ayudará a que se descanse mejor, se tenga una mayor calidad de vida e, incluso, favorecerá la productividad de los trabajadores, quienes ya no se sentirán tan incómodos.
#5. Las paredes impregnarán de personalidad toda la estancia
Unas paredes recién pintadas no solo acompañarán y complementarán a la perfección el estilo de decoración escogido, sino que por sí solas servirán para darle personalidad a la estancia.
Así, las paredes se pueden convertir prácticamente en un mural en blanco en el que plasmar ideas, pensamientos y, sobre todo, la personalidad de quien ha decidido pintarlas.
De este modo, las paredes en una habitación pueden ser el reflejo perfecto del niño que duerme en ella; una pared roja en contraste con el resto blancas en un despacho puede ser sinónimo de personalidad creativa y arrolladora; una pared con una frase motivacional en una oficina puede ser sinónimo de compañerismo, preocupación y trabajo en equipo.
Y estos son solo algunos ejemplos de cientos. Al fin y al cabo, las paredes tienen mucha más importancia de la que nos podemos llegar a imaginar.