La llegada de un bebé a la familia es siempre una alegría enorme. Dicen que los bebés siempre llegan con un pan debajo del brazo, pero lo que es indudable es que el nuevo miembro implica una serie de gastos extra y una pérdida de libertad al resto de miembros de la familia, especialmente a los padres, que analizamos a continuación.
En muchos casos, la situación económica de los hogares no es tan boyante como se desearía, y la llegada de un bebé es un sacrificio muy relevante en esa materia. La ayuda familiar y de conocidos puede ser un bálsamo para afrontar esos nuevos gastos con más esperanza.
El primer año de vida, el más caro
Todos los análisis y los expertos coinciden en que el primer año de vida de un bebé es el que supone más gastos, y eso que muchos de los productos necesarios para el día a día del nuevo miembro familiar son regalos: la cuna, parte de la ropa, productos de higiene y aseo o el carrito de bebé.
Si contabilizamos únicamente los gastos básicos, los padres pueden gastar unos 7.000 euros. A partir del segundo año estos gastos comienzan a reducirse y otros simplemente se van sustituyendo. En el segundo año, algunos niños comienzan a abandonar los pañales y a comer alimentos sólidos, por lo que se reduce el consumo de leche.
El consumo de alimentos es uno de esos gastos que se sustituyen o que, directamente, aparecen como nuevos, porque muchos bebés pasan hasta casi el primer año de vida alimentándose exclusivamente de leche materna.
La logística del bebé, la mayor partida
La cuna, la trona, el carrito de bebé, el cambiador, la bañera una hamaca… Todos estos artículos y accesorios obligan a un desembolso cercano a los 2.000 euros. Si se adquieren en el mercado de segunda mano, es una herencia familiar o algunos de estos accesorios son regalos, el gasto se reduce, pero debemos hacernos a la idea de que la partida es muy elevada.
Solo el carrito puede costar más de 600 euros, si bien es cierto que algunos carros de bebe son más económicos. La cuna alcanza mínimo los 200 euros, aunque hay algunas más económicas que no superan los 100 euros de precio.
La alimentación, entre 1.000 y 1.500 euros
El segundo gran coste es el de alimentación, si bien en este caso la lactancia materna ayuda a que se reduzca. Los bebés recién nacidos comen cada tres horas, de modo que cuando abandonen la lactancia, habrá que acudir a la leche de fórmula.
El bote de leche adaptada para los bebés cuesta unos 20 euros, y con el paso del tiempo debemos añadir papillas, verduras, cereales… que irán sustituyendo a la leche. El gasto mensual en leche ronda los 100 euros, lo que supone unos 1.200 euros en alimentación en caso de que se abandone pronto la lactancia materna.
A esta cantidad hay que sumarle el gasto en cubertería, biberones y otros artículos de puericultura propios de la alimentación del bebé.
La higiene, el gasto en pañales
Otro gasto importante es la higiene, especialmente los pañales. En muchas ocasiones, esta partida es superior a la de la alimentación. Los bebés gastan entre seis y ocho pañales al día, casi tantos como tomas de comida tienen. Si tenemos en cuenta que cada paquete incluye de 60 a 70 unidades y los de marca conocida cuestan entre 20 y 30 euros, el gasto mensual se acerca a los 100 euros.
A esto se le suman otros productos de higiene y aseo como las toallitas, las cremas, los artículos de baño, las lociones corporales… En definitiva, entre 120 y 150 euros al mes, lo que suma una cifra anual cercana a los 1.500 euros.
La ropa y el calzado
El último grupo de gastos que analizamos es el de la ropa y el calzado. Aquí el coste se hace incluso más desesperante que el de pañales, porque el bebé no deja de crecer y la ropa hay que ir reciclándola constantemente. La ropa de bebé, además, está también sujeta a tendencias y moda. Por fortuna, en internet podemos encontrar portales online que ofrecen prendas de ropa de moda a precios muy económicos.
Aunque los padres reciban regalos y ayuda familiar en forma de ropa heredada o prendas cosidas a mano, el gasto puede alcanzar los 1.000 euros. Solo con estas partidas, imprescindibles en el sector de la puericultura, el gasto total se va a más de 6.000 euros, por lo que, no queda más remedio que rascarse el bolsillo cuando llega un bebé a la familia.