Herford/Berlín (dpa) – ¡Salud! Justamente en el país que regula la fabricación de cerveza desde 1516 ahora hay cerveza hecha de aguas residuales. Y al parecer sabe bien.
«Queremos demostrar que las aguas residuales depuradas son utilizables y que con ellas se pueden hacer bebidas de alta calidad», dice Jens Scheideler de la empresa Xylem de la ciudad alemana de Herford, en el estado occidental de Renania del Norte-Westfalia.
La empresa de tratamiento de aguas presentó su cerveza con el nombre inglés «Reuse Brew» en una conferencia sobre captación y reutilización de aguas. Mil botellas y unos cuantos barriles -en total, cuatro hectolitros- fabricó Xylem en Berlín. Pero no para la venta, sino con fines promocionales y para crear consciencia.
«Nuestra Reuse Brew se fabricó de acuerdo a todas las reglas de la fabricación de cerveza en Alemania y contiene, además de agua reciclada, los mejores ingredientes que necesita una cerveza artesanal», dice Jan-Karl Nielebock de Xylem.
En tiempos en los que amenaza la escasez de agua, la empresa quiere dar una señal positiva sobre las posibilidades de su reutilización. Europa es considerado un continente rico en agua, comenta Scheideler y recuerda que las reservas de agua son tan abundantes en todas las regiones.
Berlín y Brandeburgo son un ejemplo, añade Stephan Natz, portavoz del servicio de aguas públicas de la región. «El Spree y el Havel son dos corrientes de agua que no merecen la denominación de río porque llevan muy poca agua».
Según el vocero, la gran sequía del 2018 demostró que la reutilización de aguas depuradas puede suponer una descarga para las reservas de agua.
El servicio de aguas públicas de Berlín participó como socio en el proyecto, porque también investiga desde hace años el tratamiento de aguas residuales.
Entre ellas figuran, además de las aguas sucias de hogares como las de los baños, la cocina y demás, las que utiliza la industria y el agua de lluvia. Esta última contiene suciedad de techos, jardines o calles.
Por ahora, el agua depurada de las seis plantas de tratamiento de aguas residuales de Berlín sólo es conducida a aguas corrientes y va a parar otra vez a las aguas subterráneas, desde donde se saca el agua potable.
¿En el futuro se hará cerveza de aguas residuales? Para el portavoz del servicio de aguas públicas, más bien es «un gag». «Queremos demostrar que técnicamente es posible». Él considera que la cerveza de agua convencional sabe mejor. Porque al contrario del agua altamente purificada aún contiene minerales que aportan sabor.
La idea de esta cerveza no es novedosa. Scheideler comenta que también en Estados Unidos ha habido proyectos en diferentes regiones para fabricar cerveza a partir de aguas residuales con el fin de acercar a la población la reutilización del agua.
E incluso en la República Checa, un país muy cervecero, hay jugo de lúpulo con aguas recicladas. Hace pocos días, «Radio Praha» informaba de una pequeña fábrica de cerveza en Bohemia del Sur, que fabricó 15 hectolitros de una cerveza con agua reciclada de una planta de tratamiento de Praga.
«La tecnología para la depuración del agua no es nueva», dice Natz. En muchos lugares del mundo se está aplicando, sobre todo en zonas de escasez de agua en África. Y también en el espacio: «Los astronautas de la ISS, por ejemplo, sólo pueden llevar 50 litros por persona al espacio y con eso deben arreglarse durante meses».
Según Xylem, el agua puede llegar a depurarse tanto en una serie de procesos que la calidad puede superar a la de muchas aguas subterráneas. Además de ozono y carbón activo, también se utiliza peróxido de hidrógeno y rayos ultravioleta, para eliminar virus, gérmenes, químicos de la industria y otras sustancias nocivas.
Pero la purificación al más alto nivel aún es muy cara y demanda un gran despliegue. Por eso en Berlín se está probando actualmente si se pueden reducir los costos con la depuración en espacios naturales. Como sea, Natz está convencido de que en el futuro las aguas residuales tendrán un papel más importante.
¿También como ingrediente para la cerveza? Tomar cerveza ya no es tan popular en Alemania como antes. Y la tendencia a reducir el consumo se mantiene, según la Oficina Federal de Estadística.
Al mismo tiempo, crece la exportación al exterior. Los expertos se explican esta alta demanda por la ley alemana que regula la fabricación de cerveza desde 1516: Es considerada la ley sobre alimentos más antigua del mundo y determina que para la cerveza sólo se pueden utilizar agua, lúpulo y malta.
La Unión de Fabricantes de Cerveza de Alemania no puede juzgar este proyecto, según comunicó. El portavoz Holger Eichele señaló que no tienen conocimiento de él.
La Unión defiende la protección de las reservas de agua: «La mejor agua es aquella en la que ni se plantea el tema de la purificación y el tratamiento, porque se dispone de ella en cantidad suficiente y en la mejor calidad que ofrece la naturaleza».
Por Anja Sokolow (dpa)
Foto: Christoph Soeder/dpa