“Los objetivos del plan de movilidad regional son atajar el uso del coche, castigar a los conductores y doblar el precio de los aparcamientos públicos”, ha declarado Ignacio Blanco, candidato de VOX Asturias al gobierno del Principado. “En cambio, en VOX pensamos que el objetivo del gobierno debe ser impulsar y gestionar en beneficio del conjunto de los asturianos una mejora en la movilidad global que permita a las personas desplazarse en el medio que cada cual considere oportuno o se adapte mejor a sus preferencias, ya sea mediante el uso del coche particular, el transporte público, la bici, los patines o andando, como simples peatones”.
Sin embargo, “cuando hoy oímos a un político del resto de partidos hablar de movilidad, en realidad están hablando de inmovilidad. En lugar de fomentar cualquier medio de transporte, lo que hablan es de prohibiciones y básicamente de prohibir usar el bendito coche, sin dotar de recursos públicos los medios de transporte colectivos. Propio de los socialistas. Tengamos en cuenta que las ciudades con mayores tasas de usos de transporte público éste no supera nunca el 20% de la gente que se desplaza”. Por el contrario “en Vox apostamos por un transporte colectivo bien gestionado y dotado, y por la libertad de elección de los ciudadanos, quienes ya se ven suficientemente gravados por el uso del coche, ya que más del 60% del coste del litro de gasolina son impuestos”, dijo.
“La palabra movilidad se ha convertido en sinónimo de prohibición, porque cada vez que hablan de movilidad, están hablando de prohibir”, aclara Ignacio Blanco.
“Es importante que los electores se pregunten esto ante el 26 de mayo: ¿el objetivo del gobierno debe ser planificar y castigar a los conductores o promover la buena administración, la libertad y la prosperidad? Frente a la obsesión con aumentar los impuestos en general, y los impuestos a los conductores en particular, VOX defiende la movilidad eficiente y saludable, el enemigo no son los transportes ni los conductores, sino los embotellamientos. Acabar innecesaria yprecipitadamente con los vehículos lastra el comercio y el turismo, además de ser otra zancadilla contra la industria siderúrgica asturiana”, concluye Ignacio Blanco.