(dpa) – Los gatos que suelen salir al exterior también lo hacen en los meses de invierno, incluso con nieve o hielo. En ese caso, hay que tomar algunas precauciones, ya que la ingesta de nieve puede provocarles diarrea o vómitos.
Cuando el felino vuelve de sus paseos por la nieve el dueño debe secar inmediatamente a su mascota con una toalla, sobre todo las patas y las almohadillas, recomienda la Asociación Alemana de Bienestar Animal.
Muchos animales también se lamen las patas para secarlas. Por lo tanto, no se aconseja ponerle grasa protectora porque el animal la lamería de inmediato.
Cuando el gato regresa del exterior hay examinarle detenidamente las patas para que no ingiera posibles restos de sal, anticongelantes u otras sustancias químicas que se esparcen sobre la nieve y que pueden provocarle malestar.
En invierno, durante la noche, es mejor mantener al gato dentro de la casa.
Foto: Franziska Gabbert/dpa