Eibar (España), 24 nov (dpa) – El Eibar firmó hoy un capítulo de oro en la Liga española de fútbol al imponerse por primera vez en su historia al Real Madrid con una goleada por 3-0.
El incontestable triunfo del modesto equipo vasco, que nunca antes había ganado a un «grande» español, truncó, además, la racha de los blancos bajo la dirección de Santiago Solari.
Recién convertido en entrenador del primer equipo hasta 2021, el técnico argentino sumó su primera derrota tras enlazar cuatro victorias en otros tantos partidos.
«Es un resultado duro, no lo esperábamos. Buscábamos ganar, veníamos de cuatro victorias, pero cometimos errores y ahora tenemos que mejorar porque son perfectamente remediables», afirmó Solari tras su primer tropiezo después de abandonar la interinidad.
«Si no igualamos al rival en ganas e intensidad, nos convertimos en un equipo vulgar. Tenemos que hacer autocrítica porque no hemos estado a la altura», terció el capitán Sergio Ramos, más crítico.
«Ellos han jugado muy bien, les ha salido todo dentro del juego que proponen y nosotros no hemos jugado un buen partido», añadió el técnico blanco sin perder la sonrisa.
Aunque, como reconoció, su vestuario «no» era «un carnaval» y motivos para el regocijo tenía pocos.
Su equipo nunca encontró la respuesta adecuada para replicar a un Eibar que, salvo los diez minutos iniciales, dominó todo el duelo.
A los goles firmados por David Escalante en el minuto 16, por Sergi Enrich en el 52′ y por Kike García en el 57′, los vascos sumaron una claridad de ideas que el campeón de Europa nunca tuvo.
José Luis Mendilibar supo cómo plantarle cara a un Real Madrid que acusó la ausencia de Casemiro en el mediocampo, la escasa clarividencia de sus constructores y la falta de acierto de sus delanteros que, además, apenas ayudaron en las tareas defensivas.
Incansable en su esfuerzo, el Eibar ahogó a los blancos con una presión asfixiante que mantuvo durante todo el choque y que abortó todo intento del Real Madrid de salir con la pelota jugada.
«Que no hayamos encontrado las salidas es mérito del Eibar, no tiene que ver con Ceballos», aseguró Solari, tras el fallido intento del joven mediocampista español de hacer las funciones del brasileño.
El primer gol de los de Mendilibar llegó, además, bien pronto, después de que Kike García abriera el partido con un aviso al palo y de que a Gareth Bale le anularan un gol por claro fuera de juego.
Fue de lo poco que aportó el delantero galés, que tampoco ayudó a Odriozola en la batalla que libraba en su lateral y firmó otro partido para el olvido.
El tanto del Eibar nació en los pies de Marc Cucurella, el hombre del encuentro, y acabó en los de Escalante, después de que Thibau Courtois, el mejor del Real Madrid, salvara en primera instancia y de que Ceballos se durmiera en el despeje.
Ipurua estalló en un festejo abortado por instantes por la consulta al VAR, que no tardó en ratificar el gol que encaminó el triunfo.
Quedaba mucho partido por delante, pero el Real Madrid nunca supo cómo voltearlo. Como si las dos semanas de parada por las selecciones hubieran adormecido su pulso, los de Solari fueron incapaces de encontrar alternativas a la propuesta del Eibar.
Tampoco tras la pausa, cuando los vascos retomaron con energías renovadas y Sergi Enrich culminó otra jugada que volvió a poner a Cucurella en el primer plano.
En forcejeo con Odriozola, el catalán ganó la partida y la posición, y su servicio fue a parar al palo largo de Courtois tras el golpeo del siempre atento Enrich.
El defensa del Real Madrid, además, se retiró lesionado con aparentes problemas musculares.
El partido, que ya estaba cuesta arriba, se empinó definitivamente para los de Solari, que perdieron, además de muchos balones, todos los duelos.
«El segundo gol nos hizo muchísimo daño», confesó Solari, que tampoco encontró soluciones para remediar el desastre de su equipo.
«El Eibar le metió dos cojones y jugó bien. Nosotros no pudimos estar a la altura de eso, perdimos pelotas y hubo otros detalles que inclinaron la balanza a su favor», dijo, sin querer pormenorizar.
Inconformista, el Eibar siguió presionando, llegando al área de Courtois, amenazando su arco.
El tercero era una cuestión de tiempo y subió al marcador tras otro centro letal de Cucurella, que remató Enrich en el primer palo y remachó Kike García.
Sólo Courtois evitó que la fiesta, que era ya total en Ipurua, concluyera con un cuarto gol en una matinal histórica para el Eibar.
Nunca antes en los diez duelos anteriores que habían mantenido, los vascos habían logrado imponerse al todopoderoso Real Madrid. Lo consiguieron en el undécimo, de manera brillante, y se elevaron provisionalmente hasta la séptima posición.
Los blancos, con el peor balance de goles en contra de la última década (19), sumaron su primer revés con Solari y se mantuvieron en el sexto lugar.
La próxima semana visitarán a la Roma en la Champions y lo harán con el regusto amargo de su mala actuación de hoy.