Zapatero: «Sé que soy un testigo incómodo en el caso de Venezuela»

Madrid, 26 oct (dpa) – El ex presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero destacó hoy en Madrid que una solución pacífica en Venezuela «no es compatible con sanciones» y abogó por mantener la vía del diálogo en el país suramericano.

«Yo sé que soy un testigo incómodo en el caso de Venezuela», dijo el ex mandatario socialista, al que la oposición de este país critica por su polémico papel de mediador en la crisis venezolana y al que acusa de posicionarse al lado del Gobierno de Nicolás Maduro.

En mayo, Zapatero apoyó las controvertidas elecciones que dieron la reelección a Maduro y recientemente vinculó el éxodo venezolano a las sanciones impuestas al país suramericano. La Asamblea Nacional de Venezuela, bajo control de la oposición, llegó a impulsar una propuesta para declararlo persona non grata.

Ante la pregunta de si es posible dialogar con un Gobierno, el de Maduro, que no cumple las condiciones, Rodríguez Zapatero argumentó que en febrero fue «un líder de la oposición el que rechazó a última hora las condiciones para la celebración de elecciones» en mayo.

«Yo soy testigo de eso, el único que lo sabe y tiene los documentos», subrayó en declaraciones a los periodistas. «Lo soy después de haber un esfuerzo ingente durante más de tres años para que allí no estalle un conflicto, para que de allí salgan presos de la cárcel».

En una intervención durante la presentación de la Cátedra Cartagena en Integración Iberoamericana en Casa de América, en Madrid, el ex presidente del Gobierno español reiteró la idea de que buscar una solución pacífica en Venezuela no es compatible «con sanciones, con arrinconamiento y con (crear) grupos de países» con ese objetivo.

«Vivimos tiempos en los que el diálogo como gran categoría política empieza a estar criminalizado en la región», alertó. «Todas las políticas que niegan el diálogo para Venezuela o para cualquier otro sitio y que lo demonizan, son políticas que abocan a conflicto».

En ese sentido, el ex mandatario español pidió a su Gobierno y a la Unión Europea (UE) «que se conviertan en quienes lideren el diálogo» y «la capacidad de entendimiento» en América Latina.

Fue, además, muy crítico con el Parlamento Europeo, al que acusó de tener «un punto de vista etnocentrista» en sus resoluciones sobre Iberoamérica.