«Yucatán», una «boat movie» con humor y mensaje

Madrid, 28 ago (dpa) – El director español Daniel Monzón vuelve a la comedia con «Yucatán», una película coral en muchos sentidos que transcurre a bordo de un crucero de lujo y que aunque se presenta como un film de verano ofrece al espectador mucho más que diversión, que no es poco.

Protagonizada por el español Luis Tosar, el argentino Rodrigo de la Serna, Joan Pera y la peruana Stephanie Cayo, el guión hace converger diversas historias en una, con giros inesperados, drama y hasta thriller aunque con mucho humor. Llega a las salas españolas este viernes 31 de agosto.

Dos estafadores que engañan a turistas adinerados, Lucas (Tosar) y Clayderman (De la Serna), se reencuentran en un viaje a través del Atlántico tras haberse distanciado por el amor por la misma mujer. Los ex socios, ahora enfrentados, compiten por una inmensa fortuna y están dispuestos a todo para conseguirla.

«Lo que ha hecho Daniel Monzón de combinar diferentes géneros de una manera tan orgánica, tan natural, habla muy bien del talento que tiene él como artista», señaló Cayo a dpa en Madrid. «Es una persona extraordinaria y un director maravilloso. Teníamos un guión [de Jorge Guerricaechevarría] muy bien logrado y él hizo muy buena elección de sus actores. Creo que cada uno le aportó algo a la vida interna del personaje y todas las piezas juntas hicieron algo muy especial.»

Se trata de una película «compleja de por sí por cómo está pensada, que se desarrolla en un barco pero que además va parando en lugares exóticos como Brasil, Yucatán, con lo cual tenías que convivir con equipos diferentes en cada lugar», señaló por su parte Tosar, quien ya trabajó con Monzón en «Celda 211» (2009) y «El Niño» (2011).

«Para nosotros no voy a decir que fue un viaje de placer porque estabas trabajando y rodando, pero también fue bonito que fuese un viaje y nosotros lo estuviésemos experimentándolo a la vez», añadió, ya que el film se rodó durante tres semanas a bordo del barco, conviviendo con los pasajeros.

Incluso hubo algún que otro motín a bordo de los turistas, la mayoría brasileños, que no querían que les ocuparan la piscina y bajaran la música para el rodaje para poder seguir con su fiesta. «Hubo que convivir con 3.000 brasileños que venían de fiesta permanente y directos del carnaval», dijo Tosar entre risas.

Al tratarse de un viaje en barco, Monzón y sus actores han bautizado la película como una «boat movie», en alusión a las «road movies» o películas de carretera. «Son como un género en sí mismo», señaló Rodrigo de la Serna.

«Estas películas de viajes aportan muchísimo porque es muy gráfico y natural el recorrido dramático de los personajes. Como los paisajes que van atravesando, se van modificando también ellos. Hay una encrucijada a la que llegan todos los personajes en algún punto y algunos deciden bien y otros no», aseguró.

Pero por debajo del humor la cinta ofrece numerosas situaciones dramáticas en las que dominan la avaricia, ambición, inmadurez. «Estamos en una sociedad que está desbocadísima a nivel ambición, a nivel acumulación, y vemos cómo se descomponen los tejidos sociales en todas partes del mundo por esta ambición desmedida. Es una comedia hilarante pero abajo está ese corazón dramático latiendo permanentemente», resumió De la Serna.

Por sobre todo, sin embargo, es una película que entrelaza personajes, acción y números musicales de forma natural, aunque parezca muy difícil de conseguir. Y que no pierde el ritmo.

¿Por qué la recomendarían? Stephanie Cayo no dudó: «Es una historia muy bonita que te deja un mensaje, que puede ver toda la familia. Y qué bueno entretenerte, disfrutar, verte reflejado un poquito en todo lo que cuenta la película que es la condición humana (…) y reírte con todo eso pero salir de ahí haciéndote muchas preguntas. Eso a mí me parece muy importante en el cine de hoy en día».

Por Romina López La Rosa (dpa)