Caracas, 7 sep (dpa) – El Gobierno venezolano autorizó hoy a la banca a comprar y vender divisas a una tasa única que fijará el Banco Central de Venezuela (BCV), flexibilizando el control de cambios con 15 años de vigencia.
El ministro de Economía y Finanzas, Simón Zerpa, confirmó la medida que declara la libre convertibilidad de la moneda, que incluirá operaciones al menudeo de divisas.
«Las transacciones del menudeo que estaban siendo reservadas exclusivamente para las casas de cambio, ahora pasan también a la banca pública y privada», dijo Zerpa en una rueda de prensa.
Indicó que ello permitirá a la población venezolana vender y comprar divisas para el menudeo, con las cuales «atender sus necesidades personales».
Zerpa dijo que el esquema cambiario ya formalizado eliminará todos los convenios anteriores relativos a restricciones para operaciones con divisas.
Con el control de cambio, los venezolanos solo podían tener acceso a las divisas oficiales solicitándolas al Gobierno para la importación de alimentos y medicinas y hasta hace cuatro años a un cupo para viajeros y compras por internet, los cuales fueron eliminados.
La severas restricciones hicieron que las compras y ventas de divisas se realizaran fuera del control oficial, a través del mercado negro con una tasa mayor a la oficial.
Zerpa dijo que los empresarios podrán traer divisas para la inversión en Venezuela. «Estamos dando todas las condiciones y las reglas de juego están claras», aseguró.
El ministro agregó que con estas nuevas medidas las operaciones en el mercado negro estarán trabajando en la «sombra», y enfrentan «un gran riesgo financiero y legal».
«El nuevo sistema cambiario de Venezuela es abierto, es transparente y está diseñado para el desarrollo de la economía, de las empresas privadas y para las personas naturales que decidan tener acceso a divisas», señaló.
Zerpa dijo que el nuevo esquema cambiario declara la libre convertibilidad de la moneda en todo el país y que el BCV debe centralizar la compra y venta de divisas producto de la exportación de las empresas públicas como la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que produce el 96 por ciento de las divisas del país.
Además apuntó que la tasa de cambio oficial ronda los 61,30 bolívares por dólar. Las medidas también permitirá la apertura de cuentas bancarias en monedas extranjeras y su masificación.
Analistas pusieron en duda que exista una total apertura del mercado cambiario, ya que el BCV centralizará las divisas que produce PDVSA, la principal empresa que las genera.
El dipitado opositor y economista José Guerra dijo que el nuevo esquema no cuenta con dólares del PDVSA, por lo que el mercado se moverá con oferta y demanda de particulares.
«Un nuevo convenio cambiario sin oferta de dólares es como hacer un arroz con pollo sin pollo», manifestó en Twitter.
A la vez, el analista Asdrubal Oliveros, de la firma Ecoanalítica, criticó que se considere el nuevo mecanismo como de libre convertibilidad de la moneda.
«El Gobierno habla de libre convertibilidad y muchos piensan en el fin del control de cambio. Nada más lejos de la realidad. En boca del chavismo la ‘libre convertibilidad’ implica aceptar sin chistar el Dicom (tasa de cambio oficial) sin tomar en cuenta las condiciones que impactan oferta y demanda», señaló.
El control de cambio fue impuesto en marzo de 2003, después de una huelga general de 60 días, y transitó etapas de severas sanciones para las operaciones en el mercado negro.