El extravagante Usher se esforzó demasiado por atraer la atención a su llegada a un acto benéfico que tuvo lugar en Nueva York, ya que no necesitó más que su brillante traje de chaqueta y una pajarita metalizada para asegurarse de que su estilismo se convirtiera en una de las grandes anécdotas de la noche. Más allá del plano estético, el cantante conquistó a los presentes en el evento con su característica simpatía.
Usher brilla por sí solo
