Uruguay entra en campaña atento a sus vecinos a un año de comicios

Montevideo, 27 oct (dpa) – Con un ojo puesto en sus ruidosos vecinos, los uruguayos irán a las urnas dentro de un año para elegir un nuevo Gobierno con la opción de extender a 20 años el ciclo de administraciones de sesgo de centroizquierda del Frente Amplio (FA) o torcer un poco el rumbo hacia la derecha.

Las elecciones en este pequeño país sudamericano de 3,5 millones de habitantes se celebrarán el 27 de octubre de 2019, pero en junio habrá comicios internos obligatorios en cada uno de los partidos de los que surgirán sus candidatos únicos a la Presidencia. La oferta electoral todavía no terminó de definirse.

El FA, una coalición de agrupaciones mayormente de izquierda creada en 1971, llegó al poder en 2005 y se mantiene hasta ahora apoyada en Tabaré Vázquez, el presidente del país, Danilo Astori, su ministro de Economía, y el exmandatario José Mujica (2010-2015). Rondando todos los 80 años, sus liderazgos demandan relevos.

Pero no hay a la vista herederos naturales de esa tríada clave en los tres gobiernos del FA, mientras algunos de sus militantes se expresan insatisfechos con algunos aspectos de su gestión.

Por su perfil de hombre sencillo, dispuesto al diálogo y una gestión sin brillo pero tampoco mala, el ingeniero socialista Daniel Martínez (61), actual intendente (gobernador) de Montevideo, ha ido sumando respaldos sectoriales a su candidatura.

De todos modos, el grupo de Mujica -el más fuerte dentro de la coalición oficialista- todavía no mostró sus cartas y la ministra de Industria, Carolina Cosse (56), y el dirigente sindical comunista Óscar Andrade (43) mantienen aspiraciones presidenciales.

En la oposición, el senador Luis Lacalle Pou (45), hijo del ex mandatario Luis Alberto Lacalle (1990-1995), aparece como el postulante con más posibilidades de desplazar al FA del poder. Antes, en junio de 2019, deberá medir fuerzas con al menos otros dos aspirantes en las internas del conservador Partido Nacional, aunque él ha adoptado un discurso más de centro y moderno.

El también histórico Partido Colorado viene más relegado en los sondeos de intención de voto, aunque su interna promete competencia con alguna figura fresca en la política como el economista Ernesto Talvi (61), mientras el Partido Independiente busca alianzas con otros grupos minoritarios para ampliar su modesto caudal electoral.

En una eventual segunda vuelta en noviembre de 2019 entre los dos candidatos que sean más votados dentro de un año, estos partidos pueden ser los que inclinen la balanza. La encuestadora «Opción» dio este mes al FA el 30 por ciento de la intención de votos, frente al 25 del Partido Nacional y el 11 por ciento de los «colorados»; el resto son indecisos y adhesiones a agrupaciones menores.

La campaña en Uruguay ya comenzó y gira en torno a niveles de delincuencia que han crecido en los últimos años, una economía frenada y con desajustes fiscales, además de problemas en la calidad educativa que lastran el potencial de crecimiento. Algunos episodios de corrupción, como el que derivó en 2017 en la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic, condimentarán la puja electoral.

Por fuera de la agenda doméstica, las elecciones uruguayas podrían verse influidas por los comicios de este domingo en Brasil, en los que el ultraderechista Jair Bolsonaro es favorito. También por la forma en que el Gobierno de Mauricio Macri resuelva las dificultades que atraviesa la economía de Argentina y llegue a las elecciones que, el mismo día, celebrará ese país.

Como lo marca la historia, el actual ruido político en el vecindario puede terminar alborotando al relativamente estable y tranquilo Uruguay.

Por Ismael Grau (dpa)