Uno de los asesinos del soldado Lee Rigby no mostró remordimiento por el ataque en Londres

5771913wLondres, 4 dic (EFE).- Michael Adebolajo, uno de los dos acusados de asesinar a machetazos al soldado británico Lee Rigby el pasado mayo en Londres, no mostró «remordimiento» y contó que le golpeó y rajó el cuello hasta que la cabeza estaba «casi suelta».

Adebolajo, de 28 años, y Michael Adebowale, de 22, son procesados en el tribunal penal londinense de Old Bailey por el asesinato de Rigby, de 25 años, frente al cuartel militar de Woolwich, sur de Londres, en un ataque que conmocionó al Reino Unido.

En la vista de hoy del proceso, el tribunal leyó una declaración del fiscal Oliver Glasgow sobre los interrogatorios que hizo el psiquiatra forense Tim McInerney a Adebolajo tras su detención.

Según McInerney, Adebolajo no mostró «ningún arrepentimiento o remordimiento» y le dijo que el asesinato era en venganza por los ataques de los soldados británicos en Oriente Medio y por la opresión por parte de los líderes británicos.

Adebolajo agregó al psiquiatra forense que los líderes británicos son «malvados, corruptos, egoístas y opresivos», especialmente «David Cameron (primer ministro) y los hermanos Miliband (Ed, líder del Partido Laborista, y David, exministro de Exteriores)».

Al ser preguntado sobre qué le había pasado a Rigby, Adebolajo dijo: «Fue golpeado en el cuello con un instrumento afilado y aserrado hasta que la cabeza, ya sabes, casi quedó suelta».

En la vista de ayer, una mujer que facilitó los primeros auxilios al soldado Lee Rigby dijo que escuchó a uno de los presuntos asesinos hablar de «religión y Afganistán».

«Empezaron a gritar sobre religión, Afganistán y del daño que otros soldados habían hecho», declaró la testigo.

Rigby era miembro del segundo batallón del real regimiento de fusileros y había servido en Chipre, Alemania y Afganistán antes de ser destinado al cuartel de Woolwich.

Su asesinato a sangre fría y a plena luz del día suscitó una oleada de delitos antimusulmanes y agresivas manifestaciones de la extrema derecha.