Madrid, 21 ene (EFE).- La presidenta de la patronal de las aseguradoras, Unespa, Pilar González de Frutos, ha dicho hoy que espera que este año se confirme «con solidez» la incipiente recuperación que se empezó a notar en 2014 en el seguro de automóviles, uno de los que más han sufrido la crisis.
En su intervención en las jornadas «Perspectivas del Seguro y de la Economía para 2015», organizadas por Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA), explicó que el seguro de autos es el más ligado a la evolución de los recursos en manos de los hogares y arroja indicios, sobre todo en la segunda mitad de 2014, de que «la sangría se está acabando».
Y esto se debe a que la cifra de salidas netas del parque de vehículos se ha reducido notablemente, mientras las matriculaciones crecen de forma significativa y la fuerte competencia que impera en el sector está cediendo un poco, lo que indicaría que las empresas comienzan a ver posibilidades en el nuevo mercado.
En 2014, los ingresos por primas del seguro de autos «empezaron a enderezar el rumbo» y acumularon ocho trimestres consecutivos de ralentización de la caída del volumen de negocio, que bajó el 1,39 %, frente al 5,52 % del año pasado, y se situó en 19.882 millones de euros.
Sin embargo, González de Frutos no quiso dejar de alertar a los aseguradores sobre los peligros que ve en el horizonte, entre ellos el que introducen los bajos precios de la gasolina que se esperan para 2015.
Y es que, pese a que es una buena noticia, hay que tener claro que un abaratamiento de los carburantes puede repercutir negativamente en la siniestralidad del seguro de autos, pues favorece un mayor uso de los vehículos, dijo.
Por todo ello, el sector se enfrenta a un año 2015 que ahora mismo no se puede describir de forma unívoca, ya que pueden pasar muchas cosas, por lo que, «la intensidad de la recuperación y la intensidad con que se comunique a la renta de los hogares serán fundamentales para juzgar qué trayectoria tomará finalmente el sector».
Este será un año muy importante para las aseguradoras, que van a tener que realizar fuertes inversiones para adaptarse a Solvencia II, por lo que una recuperación «sólida y generosa, nos caería como un maná. Ojalá se cumpla», deseó.