Palma, 28 ago (EFE).- El Servicio de Cardiología del hospital Son Espases ha realizado por primera vez una técnica de cateterismo que permite a los pacientes con arritmias cardíacas persistentes abandonar la medicación anticoagulante por vía oral, que conlleva controles mensuales.
En una misma intervención, el hospital Son Espases efectúa la técnica de «Cierre percutáneo de apéndice auricular izquierdo y la técnica de crioablación» para corregir la fibrilación auricular y la generación de coágulos en el corazón, informa en una nota de prensa la Conselleria de Salud.
Los pacientes con fibrilación auricular tienen un riesgo cinco veces mayor de sufrir accidentes cerebrovasculares.
La zona en que se producen coágulos con más frecuencia y especialmente si hay fibrilación auricular es en el apéndice auricular izquierdo del corazón.
Para estos casos y para prevenir accidentes cerebrovasculares, en los pacientes que también sufren fibrilación auricular, se ha demostrado que el cierre del apéndice auricular izquierdo es una buena opción.
Habitualmente, la realización del «cierre percutáneo de apéndice auricular izquierdo combinado con la crioablación» requerían dos procedimientos diferentes, pero el equipo de Cardiología del Son Espases ha conseguido hacer los dos procesos en una misma intervención, con lo que se ahorra tiempo y molestias al paciente.
Este procedimiento puede permitir, a un elevado número de pacientes, abandonaron la medicación anticoagulante por vía oral, que supone la molestia de hacerse controles mensuales de la coagulación de la sangre.
El cierre del apéndice auricular se lleva a cabo sin cirugía abierta; efectúa mediante la introducción de un catéter provisto de una prótesis metálica desplegable que impide la entrada de sangre en esta cavidad del corazón, con lo que se evita la generación de coágulos sanguíneos y que estos coágulos circulen por el sistema cardiovascular y que lleguen hasta el cerebro.
Esta técnica está indicada para los pacientes que necesitan tomar anticoagulantes o que tienen problemas con la coagulación de la sangre.
Previamente a esta técnica, pero en el mismo proceso, se practica la crioablación, una técnica avanzada para el tratamiento de arritmias cardíacas en la que la fuente de energía que se aplica es el frío y no el calor, a diferencia de lo procedimiento convencional efectuado con radiofrecuencia.
En el procedimiento de crioablación, la aplicación del frío se consigue gracias a la introducción, desde la vena femoral (en la ingle), mediante un catéter, de un balón lleno de óxido nitroso (compuesto químico empleado como fuente de frío).
Los electrofisiólogos consiguen hacer llegar este dispositivo hasta la desembocadura de las venas pulmonares a la aurícula izquierda.
Cuando se infla el balón, el óxido nitroso hace que se congele a una temperatura aproximada de -40ºC/-50ºC. Cuando se obstruye el orificio de la vena, se genera una lesión en todo el perímetro interno de la vena pulmonar, que aisla e impide la propagación del impulso eléctrico anómalo.
Esta técnica se efectúa con sedación y sin anestesia general. La media de estancia hospitalaria es de 48 horas.
La intervención se prolonga durante tres o cuatro horas, requiere ingreso hospitalario y permite, cuando han transcurrido algunos meses y se ha comprobado la buena evolución de las dos técnicas, eliminar la medicación anticoagulante.
El equipo de Cardiología de Son Espases está preparado para aplicar estas técnicas de forma paralela en una misma intervención y tiene previsto hacerlas de forma rutinaria siempre que el caso lo requiera.