Un 57 por ciento de los ciudadanos rusos ven necesario incrementar las medidas de seguridad aérea tras el siniestro de un avión de pasajeros el pasado 31 de octubre en el Sinaí, cuyas causas aún se desconocen aunque prevalece la hipótesis del atentado.
El Centro de Investigación de Opinión Pública (VTsIOM) ha pulsado la opinión de la población rusa tras una tragedia que ha dejado 224 muertos –todas las personas que viajaban a bordo del avión de la compañía Kogalymavia– y que sigue bajo investigación.
El 57 por ciento de las 1.600 personas entrevistadas considera que las autoridades deberían adoptar nuevas medidas en materia de seguridad aérea, mientras que un 32 por ciento cree que es necesario apostar por iniciativas destinadas a «combatir el terrorismo», según la agencia de noticias Itar-Tass.
Un 28 por ciento, por su parte, está a favor de la suspensión de las conexiones aéreas con regiones en conflicto. El Kremlin ordenó la cancelación de los vuelos al Sinaí tras la tragedia, si bien negó que esta medida supusiese una confirmación de la teoría del atentado que han esgrimido gobiernos y servicios de Inteligencia occidentales.
