Una Diva en Amberes: Nuevo museo de diamantes

Amberes, 3 may (dpa) – Los diamantes y Amberes siempre han ido de la mano: desde hace más de 500 años estas piedras preciosas proporcionan riqueza e influencia a la ciudad portuaria belga. Sin embargo, para disgusto de los curiosos, el museo de diamantes cerró hace seis años y el de platería en 2014. Ahora abrirá sus puertas un nuevo centro con las joyas de ambos.

Entre el 4 y el 6 de mayo el museo de los diamantes Diva celebrará su gran fiesta de inauguración y el 7 de mayo comenzará a operar con normalidad. «Hemos decidido desarrollar un mundo lujoso en el que los diamantes son el centro», explica el director del museo, Jeroen Martens. «De ahí viene también el nombre Diva, porque este mundo le corresponde a una diva».

El museo se encuentra en el casco histórico de la ciudad, que es conocida como la urbe de diamantes más importante de Europa desde el siglo XVI. Los exploradores y los comerciantes traían aquí sus piedras y metales preciosos. Y desde entonces la ciudad alberga a numerosos expertos del diamante.

El museo, en el que también hay una joyería, pretende proporcionar al visitante toda una experiencia: la audioguía cuenta las historias sobre la vida de una mujer adinerada o de un comerciante judío en el siglo XVI, escritas por el guionista y director musical Frank Van Laeke.

«Queremos contar la historia de Amberes de forma carismática y apasionar a las personas», dice Martens, que además es historiador. Por ejemplo, los visitantes pueden aprender más sobre los materiales y su origen en una sala decorada como un taller con pantallas táctiles. Una elegante habitación refleja el mundo de las bellas y ricas mujeres de la época y una sala de negocios internacional sigue el camino de los diamantes a través de los siglos.

«En Amberes no hay diamantes, no como materia prima», cuenta el director. «Por eso nos centramos en mostrar qué pasa con los diamantes y cuál es la contribución de Amberes».

En la cámara acorazada se muestran las sombras de este lujoso mundo: los problemas con los diamantes de regiones en conflicto, que son utilizados para financiar el comercio con armas y las guerras. Aquí también se habla de los esfuerzos internacionales por restringir el comercio con los denominados diamantes de sangre mediante certificados de origen, el Proceso de Kimberley.

Los joyeros de Amberes tienen grandes esperanzas depositadas en el nuevo museo. El vendedor de relojes y joyas Maarten Slaets cree sobre todo que se convertirá en un lugar de interés para los turistas de los cruceros.

El vendedor de joyería antigua Elkan Wijnberg también considera que el museo es muy importante. «La tendencia entre los joyeros es que ya sólo les interesa saber cómo vender piedras preciosas. Ya no hay sentimiento. Espero que el museo de los diamantes devuelva el corazón a las joyas».

Por Elena Metz (dpa)