Un tubo de escape deportivo no significa más potencia

Ein Sportauspuff allein entlockt dem Auto kaum mehr LeistungBERLÍN (dpa) – Una óptica más chic y un sonido mejor. Eso es lo que esperan los dueños de los coches cuando montan un tubo de escape deportivo. Pero quien desea aumentar con ello también la potencia debe pagar mucho más dinero.

Visualmente, ese tubo de escape confiere al coche común la apariencia de uno de carreras y un aumento de potencia que puede llegar hasta el diez por ciento.

«Quien quiera sólo dar una óptica más agresiva a su coche basta con un embellecedor», dice Arnulf Thiemel, del centro técnico de ADAC, el club del automóvil más grande de Europa. Esos embellecedores se montan de forma sencilla y cuestan cerca de 30 euros (más de 40 dólares). No tienen, sin embargo, ninguna influencia en el sonido ni en el rendimiento.

Quien quiera gastar más dinero puede decantarse por un tubo que además de una imagen más deportiva de un sonido más robusto, aunque hay que estar atento a las especificidades legales. Según Thiemel, también es posible lograr un mínimo aumento del rendimiento, aunque apenas perceptible.

El extra de potencia se logra sólo cuando todo el sistema del tubo de escape se cambia por uno deportivo, cuyo montaje cuidadoso hace que se reduzca la presión de los gases en el motor, lo que genera automáticamente una mejor prestación, ya que el tubo de escape tiene una gran influencia en el espectro de revoluciones del motor.

«Un buen tubo de escape se compone de un colector optimizado, una conexión al tubo, así como de un dispositivo silenciador al final, al comienzo y en la zona media», explica Hans-Georg Marmit, del servicio alemán de inspección técnica KÜS.

«Y en los nuevos vehículos hay que contar además con el catalizador», agrega. Para lograr un aumento de potencia significativo, debe estar ajustado de forma óptima al motor y al vehículo en su conjunto. Ese trabajo requiere experiencia y tiempo, por lo que el tubo de escape deportivo puede terminar costando varios miles de euros.

En cuestión de aumentar la potencia, el dispositivo de escape es sólo una parte más de las amplias medidas de tuning que requiere un vehículo, como por ejemplo el llamado «chiptuning» en la dirección del motor. La sola retirada de los componentes de serie del tubo de escape está tan prohibida como las modificaciones en el dispositivo.

Los propietarios no deben contar con reducir el consumo o las emisiones con un nuevo tubo de escape deportivo. «Los dispositivos de serie de los fabricantes están ya muy optimizados a la vista de las estrictas normas de emisiones que deben cumplir, por lo que tratar de lograr un ahorro representativo es una ilusión», afirma Thiemel.

Marmit, por su parte, alerta de los componentes baratos importados de Asia, ya que no suelen cumplir con los estrictos requisitos europeos, por lo que pueden llevar a la cancelación del permiso de circulación y con ello, la pérdida de la protección del seguro.

El mero hecho de que sean piezas baratas debe ser ya un factor de alerta. Una adaptación errónea podría hacer que el tubo entre en contacto con otras piezas y provocar daños, incluido un incendio.

Por Thomas Mendle