Un repaso por los diferentes tipos de caldera del mercado

1455054260_tecnicLas calderas atmosféricas toman el oxígeno necesario para producir la combustión desde el interior de la vivienda en la que se encuentran instaladas, y evacuan los gases producidos sin ninguna ayuda adicional. Debido a que su cámara de combustión no se encuentra aislada de la vivienda donde está instalada la caldera, la instalación de este aparato quedó prohibida desde el 1 de enero de 2010. Ahora bien, esto no significa que los usuarios que tengan instalada una caldera atmosférica sea obligatoria cambiarla por una de otro tipo, pero sí se recomienda que en caso de reformas o por propia voluntad se cambie.

Calderas estancas

Las calderas estancas tienen la cámara de combustión sellada, lo que impide que los gases procedentes de la combustión puedan revertir hacia el recinto donde esté instalada la caldera. Para poder quemar el gas y realizar la combustión, absorben el aire del exterior a través de un conducto. Del mismo modo que, extraen el gas de combustión a través del conducto de tiro forzado, que garantiza la total evacuación de los gases quemados al exterior. Por tanto, este tipo de caldera se caracteriza por la alta seguridad que brinda a los habitantes de la vivienda.

Calderas de condensación

Las calderas de condensación son capaces de aprovechar el calor o la energía de los gases de escape, y pueden llegar a unos rendimientos superiores de hasta el 109%, son las calderas más eficientes que se pueden encontrar en el mercado. Se caracterizan por regular la temperatura en función de la demanda energética. Sin embargo, hay que apuntar como desventaja la alta inversión que supone en comparación con una caldera convencional.

Los sistemas de distribución más habituales de las calderas son:

– Radiadores: elementos que intercambian el calor entre el agua caliente y el espacio que se va a calentar. Es el sistema más generalizado.

– Suelo radiante: en este sistema de distribución, los radiadores se sustituyen por un sistema de tubos que se sitúan por debajo del suelo, por donde circula el agua caliente. En este caso el suelo se convierte en emisor de calor.

La importancia del mantenimiento

Por último, queremos recordar que siempre se tiene que tener en cuenta que para el correcto funcionamiento de una caldera hay que preocuparte de su mantenimiento revisandola periódicamente a través de una empresa instaladora habilitada, para, entre otras cosas:

• Comprobar que el dispositivo de control de la llama funciona correctamente.

• Comprobar que la combustión sea correcta, para lo que será necesaria una limpieza del quemador de la caldera en cada ocasión.

• Comprobar que la evacuación de los productos de combustión se produce correctamente y limpiar, en su caso, el circuito de evacuación de los mismos.