Un relator de la ONU pide que España no extradite a Pavlov por riesgo de tortura

6322404wMadrid, 1 jun (EFE).- El relator especial de la ONU sobre la tortura y otros tratos y penas crueles, inhumanos y degradantes, Juan E. Méndez, ha pedido a España que no extradite a Alexander Pavlov, guardaespaldas del líder opositor Mukhtar Ablyazov, «ante el alto riesgo de ser torturado» en Kazajistán.

En declaraciones a Efe, el experto recuerda que el pasado enero ya se dirigió al Gobierno para instarle a que detuviera la extradición a Kazajistán, que le acusa de fraude bancario y de participar en 2012 en un atentado terrorista con explosivos en la ciudad de Almaty, que fue frustrado por la Policía.

«No sé si su vida corre peligro, pero sí que existe un alto riesgo de que sea torturado», advierte el experto.

Méndez explica que la Convención contra la Tortura de Naciones Unidas, ratificada por España en 1987, prohíbe «absolutamente» la extradición o deportación de una persona a un lugar donde corre riesgo de ser torturado.

«Mientras haya riesgo de ser torturado, los Estados firmantes de la Convención tienen la obligación absoluta de no mandarlo a ese lugar», explica el relator. «Y en su caso, estoy convencido de que ese riesgo es serio y España no debe extraditarlo», añade.

La Justicia española mantiene paralizada la entrega a Kazajistán de Pavlov al considerar que no se puede acordar su extradición hasta que no se resuelva un recurso sobre el asilo político que le denegó el Gobierno.

Este tribunal aprobó el pasado noviembre la extradición de Pavlov, que luego acordó el Gobierno español en febrero, pero el mismo mes paralizó la entrega hasta que se revise la petición de asilo.

La Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional entendió que los argumentos de un supuesto riesgo a la «seguridad nacional» esgrimidos por el Ministerio del Interior para rechazar el asilo eran una motivación «inconcreta, precaria y meramente hipotética», por lo que la ponía «en tela de juicio».

Durante la vista de extradición, Pavlov atribuyó los cargos que se le imputan a una persecución política del Gobierno de Nazarbáyev, en el poder desde hace tres décadas, y afirmó que buscan sacarle información sobre el disidente Ablyazov, del que fue guardaespaldas tanto en Kazajistán como en Londres, adonde se trasladó luego el principal líder de la oposición, ahora en paradero desconocido.