Costa do Sauípe (Brasil), 5 dic (dpa) – Dunas, palmeras, playas casi desiertas y sol, mucho sol. El ambiente en torno al resort de Costa do Sauípe parece el escenario perfecto para el sorteo que definirá los grupos del Mundial de fútbol de Brasil 2014, pero la fiesta preparada por la FIFA no ha logrado opacar las dos otras marcas de la cita: la polémica y el temor a protestas.
El debate principal se refiere al gasto de 26,4 millones de reales (unos once millones de dólares) para preparar la ceremonia.
«El sorteo tiene que ser espectacular», justificó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, cuando le recordaron que en el primer Mundial, el de Uruguay 1930, el sorteo fue un acto modesto, en el que las bolillas fueron sorteadas por el nieto del entonces presidente del ente rector, Jules Rimet.
También se ha cuestionado la decisión de realizar la ceremonia en el resort ubicado a unos 80 kilómetros de Salvador de Bahía, lejos de los grupos que, durante la Copa Confederaciones, protagonizaron las multitudinarias protestas contra los millonarios gastos del gobierno brasileño en la preparación del Mundial.
Aunque la elección de Costa do Sauípe como sede del sorteo ocurrió en marzo -antes de las manifestaciones-, lo cierto es que su ubicación aislada y el fuerte aparato de seguridad que moviliza a unos mil policías y militares hacen poco probable que los grupos «antiMundial» logren reunir a grandes multitudes para arruinarle la fiesta a la FIFA.
El ente rector y el comité organizador local (COL) hicieron todo por asegurar que el sorteo sea «espectacular», tal como prometió Blatter, y hasta instalaron en el resort una gigantesca carpa blanca, para albergar a los 1.300 invitados especiales -entre ellos la presidenta Dilma Rousseff- y a parte de los más de 2.000 periodistas acreditados.
El punto culminante, por supuesto, será el sorteo, en el que grandes figuras del fútbol mundial -como el francés Zinédine Zidane, el argentino Mario Kempes, el uruguayo Alcides Ghiggia, el italiano Fabio Cannavaro, el español Fernando Hierro y el brasileño Cafú- definirán los duelos de la primera fase de la cita, seguidos por telespectadores de 193 países.
También estará el «rey» del fútbol brasileño, Pelé, quien sin embargo rechazó la invitación para participar directamente en el sorteo, pese a un pedido en este sentido que recibió de la propia presidenta Rousseff.
«Le agradecí, pero le pedí no tener que sacar la bolilla… Es una gran responsabilidad, y no quiero que (el resultado del sorteo) desfavorezca a Brasil», afirmó «O Rei» este miércoles en Sao Paulo.
La primera hora de la ceremonia, a cambio, será una fiesta musical, con las participaciones de importantes nombres de la canción popular de Brasil, desde el rappero Emicida hasta los «sambistas» Alexandre Pires y Alcione, pasando por Margareth Menezes y el grupo Olodum, que presentarán canciones del famoso Carnaval de Bahía.
Además, los bailarines de la prestigiosa compañía Débora Colker presentarán una de sus coreografías más conocidas, inspirada -es obvio- en el fútbol.
La ceremonia será presentada por la rubia pareja conformada por la ex modelo Fernanda Lima y por el actor Rodrigo Hilbert, cuya participación en la fiesta generó incluso una investigación del Ministerio Público de Sao Paulo, ante los rumores de que habría sido definida en base a criterios racistas.
La sospecha fue tajantemente descartada por la FIFA, por el gobierno brasileño y por el director artístico de la ceremonia, Luiz Gleiser, de la poderosa red televisiva Globo.
«Fernanda Lima y Rodrigo (Hilbert) fueron elegidos porque ya participaron en eventos de la FIFA y tienen experiencia», aseveró Gleiser, al recordar que, en el Mundial de Sudáfrica 2010, la pareja también comandó la ceremonia de presentación del logo de Brasil 2014.
A 24 horas del momento decisivo para las 32 selecciones que intervendrán en la lucha por el título máximo del fútbol, los organizadores mantienen total reserva en torno al papel que jugará Pelé en la fiesta, pero Gleiser aseveró que «O Rei» protagonizará «el momento culminante».