Trump quiere acabar con el derecho a la nacionalidad por nacimiento

Washington, 30 oct (dpa) – En su cruzada contra la inmigración, un tema que siempre le funciona con sus bases, Donald Trump acaba de anunciar que pretende acabar con el derecho de los hijos de inmigrantes nacidos en el país a obtener la nacionalidad estadounidense.

«Somos el único país en el mundo en el que una persona viene, tiene un bebé y el bebé es esencialmente un ciudadano de Estados Unidos durante 85 años con todos sus beneficios», manifestó el presidente norteamericano en una entrevista televisiva. «Es ridículo. Y tiene que terminar».

Para hacerlo, el mandatario pretende firmar una orden ejecutiva, es decir, un decreto.

El anuncio llegó a falta justo de una semana para las elecciones legislativas de medio mandato, que se celebran el próximo martes 6 de noviembre y en las que los demócratas tienen opciones de recuperar al menos una cámara del Congreso.

Trump ha situado la inmigración -y su mano dura frente a ella- como tema de la campaña en su recta final.

Para ello ha construido un relato sobre la caravana de migrantes centroamericanos que atraviesa México en dirección a Estados Unidos con el que agitar los miedos de la base blanca que le dio la presidencia.

Y ha ordenado el despliegue en la frontera de 5.200 soldados en activo, que están ya en camino y a finales de la semana se unirán a los 2.100 miembros de la Guardia Nacional que ya envió en abril ante la llegada de otra columna de migrantes para pedir asilo. El mandatario habló el lunes de «invasión».

No es cierto lo que dice Trump de que Estados Unidos es el único país en el que el nacimiento otorga la nacionalidad. Hay más de una treintena en el mundo en los que ocurre lo mismo. Sin ir más lejos, en México, el demonizado vecino del sur, y en la mayor parte de Sudamérica. También en Canadá. Pero el nuevo golpe de efecto está dado a una semana de las elecciones.

El hoy presidente ya esbozó la idea en sus tiempos de candidato. Sus palabras hoy agitaron el país y entre los que cuestionaron sus intenciones se situó el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan.

La obtención por nacimiento de la nacionalidad -que en Estados Unidos se llama ciudadanía, lo que niega el concepto de ciudadano a todo extranjero, tenga o no papeles- es uno de los derechos fundamentales en el país. Está protegido desde hace 150 años por la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.

No obstante, actualmente hay una discusión legal sobre el alcance de la misma. Entre otras cosas, hay sectores conservadores que dicen que no protege a los nacidos de inmigrantes sin papeles, sino a los hijos de los extranjeros que están legalmente en el país.

En el extracto de la entrevista con Trump, que se emitirá de manera íntegra posteriormente, el mandatario no deja claro si quiere acabar con el derecho de los hijos de todos los inmigrantes o de los que están ilegalmente en Estados Unidos.

«No se puede poner fin a la ciudadanía por nacimiento con una orden ejecutiva», dijo el presidente de la Cámara de Representantes. «Obviamente no se puede hacer», insistió el republicano Ryan en declaraciones a la radio de Kentucky WVLK. Aseguró que un cambio semejante implicaría «un proceso constitucional muy muy largo».

Expertos legales citados hoy por «The New York Times» aseguran que el presidente no puede hacer una modificación semejante del ordenamiento jurídico de manera unilateral. «Hay un consenso», señaló el rotativo.

Por Sara Barderas (dpa)