Trump queda bajo presión con nuevo libro de Bob Woodward

Washington, 5 sep (dpa) – El nuevo libro del prestigioso periodista y ganador del Pulitzer Bob Woodward aún no se publicó, pero ya está generando una fuerte controversia. Los diarios estadounidenses «The Washington Post» y «The New York Times» citaron fragmentos de «Fear: Trump in the White House» que pintan una preocupante imagen de la Casa Blanca en la era de Donald Trump.

Y esto ocurre pese a que Washington ya está bastante curtido tras casi 20 meses de Trump y tras la publicación de varios libros con revelaciones sobre el mandatario. La Casa Blanca salió al cruce y calificó al nuevo libro de «historias inventadas», mientras el magnate republicano está furioso.

«Fear: Trump in the White House» (Miedo: Trump en la Casa Blanca) será publicado el próximo martes por la editorial Simon & Schuster. El sello anuncia que Woodward -conocido por la investigación de Watergate y quien escribe desde 1971 para el «Washington Post»- muestra la «conmocionante vida al interior de la Casa Blanca de Donald Trump».

De hecho, la Casa Blanca aparece retratada como una sede del caos, Trump como un jefe de Gobierno ignorante, el trato entre unos y otros impregnado por una profunda falta de respeto, y todo ello en una medida aún mayor de lo que los críticos habían sospechado hasta ahora.

Woodward cuenta por ejemplo que tras un ataque con armas químicas en abril de 2017 en Siria, Trump llamó al secretario de Defensa, Jim Mattis, y directamente le pidió que mataran al presidente de ese país, Bashar al Assad. «Vamos a matarlo, maldición. Vamos a entrar».

El jefe del Pentágono le aseguró a Trump que se encargaría de ello. Después de la llamada telefónica, Mattis le confió sin embargo a un colaborador de alto rango: «No haremos nada al respecto. Seremos mucho más moderados».

Durante una sesión del Consejo de Seguridad Nacional en enero pasado, Trump preguntó por qué las fuerzas militares estadounidenses debían tener una presencia tan masiva en la península coreana, según describe Woodward.

La respuesta de Mattis entonces fue: «Lo hacemos para evitar una Tercera Guerra Mundial». Luego de que el mandatario abandonara la sesión, Mattis consideró que Trump tenía la capacidad de comprensión de un niño «de quinto o sexto grado», según lo cita el prestigioso periodista.

La investigación de Woodward plantea la pregunta de cuánto control ejerce Trump en la Casa Blanca y si sus propios colaboradores lo contemplan como una amenaza para la nación.

El autor cuenta que el ex asesor económico Gary Cohn «robó una carta del escritorio de Trump», con la que el mandatario quería retirar a Estados Unidos de un acuerdo comercial con Corea del Sur. Cohn, según el diario, le dijo luego a un empleado que lo hizo para proteger la seguridad nacional y que Trump no reparó que faltaba la carta.

Woodward también se adentra en la desesperación en la Casa Blanca por las cataratas de mensajes en Twitter de Trump. El ex jefe de Gabinete Reince Priebus denominó al dormitorio de Trump -donde el presidente ve televisión por cable y escribe sus tuits- como «el taller del diablo».

Cuando Twitter duplicó a 280 el número máximo de caracteres permitidos en los tuits, Trump -quien no tiene mucho en común con los premios Nobel de Literatura- se lamentó, según Woodward, diciendo: «Yo era el Ernest Hemingway de las 140 letras».

Por su parte, Trump calificó a Priebus de «pequeña rata», escribe Woodward, durante una conversación con un subordinado del propio jefe de Gabinete. El presidente separó en julio de 2017 a Priebus del cargo y éste fue sucedido por John Kelly.

Woodward cuenta que Kelly dijo sobre Trump ante un pequeño grupo de empleados: «Es un idiota. No tiene sentido intentar convencerlo de nada (…) Estamos en ‘Crazytown’».

El libro no llega en buen momento para Trump, ya que en dos meses se celebrarán las elecciones de medio término en Estados Unidos, mientras que el presidente se encuentra además bajo presión por el «affaire» sobre la presunta injerencia rusa en las últimas elecciones presidenciales.

Woodward señala que Trump fue advertido por su ex abogado John Dowd de no testificar ante el investigador especial Robert Mueller, ya que si no se arriesgaría a ir a prisión.

La Casa Blanca envió poco después de que aparecieran los reportes un comunicado en el que Kelly desmiente que alguna vez haya llamado idiota a Trump. «Él y yo sabemos que esta historia es un total BS». BS se refiere a «bullshit», una palabra que no suele ser utilizada en los comunicados de la Casa Blanca. Asimismo Mattis y Dowd desmintieron las declaraciones que se les adjudican.

«The Washington Post» publicó también parte de un audio de una conversación telefónica de Trump con Woodward después de que terminara el manuscrito del libro. El periodista le había pedido una entrevista al mandatario que no prosperó. Trump le dijo en la conversación telefónica que nadie le informó de esa solicitud. Allí indica que asume que «será un libro negativo (…) Está bien. Algunos son buenos y otros son malos».

Después de que salieran a la luz los primeros extractos del libro, el presidente propuso este miércoles que se reforme la ley que regula los delitos contra el honor, la vida privada y la propia imagen. «¿No es una vergüenza que alguien pueda escribir un artículo o libro, inventar totalmente historias y formar con ellas la imagen de una persona que es literalmente lo opuesto a la realidad y salir sin ningún tipo de castigo o coste?», tuiteó.

«Fear» no es el primer libro de revelaciones sobre la poco convencional presidencia del mandatario. En enero Washington se vio conmocionado por la publicación de «Fire and Fury: Inside the Trump White House», donde Michael Wolff lo presenta como incapaz para ejercer la presidencia.

Y el mes pasado apareció «Unhinged», de Omarosa Manigault Newman, ex asistente de Trump, quien no hizo más que profundizar estas dudas. El mandatario calificó posteriormente a su antigua colaboradora de «perra».

Entretanto se demostró que Wolff había cometido errores en algunos pasajes, mientras que Manigault Newman tenía cuentas pendientes con la Casa Blanca desde su despido en diciembre pasado.

Trump y la Casa Blanca están tratando ahora de desacreditar también el libro de Woodward e incluso al multigalardonado autor. Pero es incierto si esta estrategia prosperará, porque el legendario Woodward es uno de los periodistas más respetados del mundo. En 1973 destapó junto con Carl Bernstein el escándalo de Watergate, que llevó a la renuncia del presidente Richard Nixon.

Por Can Merey (dpa)